A mediados de los años 60, en un pequeño pueblo del condado de Tarl, Texas, donde el banquero Val Rogers (E.G. Marshall) ejerce una gran influencia, llega la noticia de que el hijo nativo Bubber Reeves (Robert Redford) y otro hombre se han escapado de la cárcel.

El sheriff Calder (Marlon Brando), que sigue creyendo en la inocencia de Bubber, espera que éste regrese a su pueblo natal, donde la solitaria esposa de Bubber, Anna (Jane Fonda), mantiene un romance con Jake (James Fox), el mejor amigo de Bubber e hijo de Val Rogers.

Bubber se queda solo después de que el segundo fugitivo mate a un desconocido por su coche y su ropa. La gente del pueblo, en conflicto con su culpabilidad o inocencia, socializa y bebe mucho mientras espera el regreso de Bubber. Entre ellos se encuentra la hostil Emily Stewart (Janice Rule), que expresa abiertamente su deseo por Damon Fuller (Richard Bradford) delante de su marido Edwin (Robert Duvall).

A medida que la bebida y las peleas se intensifican, un grupo de vigilantes exige a Calder que actúe. Cuando éste les desafía, golpean brutalmente a Calder antes de que la leal esposa del sheriff, Ruby (Angie Dickinson), pueda llegar a su lado.

Bubber se cuela en la ciudad, escondiéndose en un desguace de coches. Anna y Jake se disponen a ayudarle, y la gente del pueblo les sigue, convirtiendo el acto en una juerga de borrachos e incendiando el desguace, provocando una explosión que hiere mortalmente a Jake. Un Calder ensangrentado y golpeado consigue llegar primero a Bubber, pero mientras lo conduce por las escaleras hasta la cárcel, uno de los vigilantes, Archie (Steve Ihnat), dispara a Bubber varias veces con una pistola escondida en el bolsillo de su abrigo.

Hartos del pueblo y de sus gentes, Calder y Ruby abandonan la ciudad a la mañana siguiente.