Final de La memoria de los muertos
(2004)
Final de La memoria de los muertos (2004)
"Aún después de muerto, alguien puede seguir manipulando tus recuerdos."
Título original: The Final Cut
Sinopsis
El chip Zoë, un implante de memoria, se coloca en el cerebro cuando naces, y su misión es grabar absolutamente toda tu vida. Cuando mueres, esa grabación se edita en una "rememorización" de todo lo sucedido, como una película que se muestra en tu funeral con las piezas unidas por un montador. Juguete para los privilegiados, los chips Zoë están cambiando la interacción de los humanos, pues saben que están siendo grabados, pero algunos se oponen a dicha tecnología emergente, pues creen que los recuerdos están hechos para desvanecerse con el tiempo. Alan Hackman (Robin Williams) es el mejor editor del mercado, gracias a su habilidad para abstraerse de los pecados de sus clientes, por lo que es muy demandado en la poderosa profesión de ser el editor final de los recuerdos de las personas. Sin embargo, su talento para ver la vida de otros sin emoción alguna le ha hecho un hombre distante, incapaz de experimentar la vida real en primera persona.
Omar Naim
Director
Brian Tyler
Compositor
Tak Fujimoto
Fotógrafo
Nick Wechsler
Productor
Reparto principal

Robin Williams

Mira Sorvino

Jim Caviezel

Mimi Kuzyk

Stephanie Romanov

Genevieve Buechner
Como acaba La memoria de los muertos
Una breve introducción describe a los "cortadores", que editan los recuerdos recogidos de los recién fallecidos en largometrajes conmemorativos que son vistos por los seres queridos en los funerales. Su código les prohíbe mezclar las imágenes de los implantes, tener el requisito del implante o vender los recuerdos.
La película comienza con Alan Hakman de niño (Casey Dubois). Mientras visita una ciudad con sus padres, conoce a otro niño, Louis (Liam Ranger), y ambos establecen un vínculo mientras juegan juntos. Louis se une a Hakman a regañadientes para explorar una fábrica abandonada, y Hakman cruza un tablón de madera suspendido a gran altura. Incitado por Hakman, Louis también intenta cruzar el tablón, pero pierde la confianza y se cae. Hakman corre hacia el suelo y entra en pánico cuando pisa lo que cree que es la sangre de Louis. Hakman huye de la escena y no le cuenta a nadie lo sucedido. Más tarde, ese mismo día, abandona la ciudad con sus padres.
Años después, el Hakman adulto (Robin Williams) se ha convertido en un hábil cortador especializado en editar las memorias de personas controvertidas para convertirlas en hagiografías. Cuando Fletcher (Jim Caviezel), un antiguo cortador, se enfrenta a él en un funeral, Hakman se describe a sí mismo como un devorador de pecados, que trae la redención a los inmorales. Fletcher le ofrece 500.000 dólares por los recuerdos de su último cliente, el rico empresario Charles Bannister (Michael St. John Smith), pero Hakman se niega. En una reunión posterior, Fletcher exige las grabaciones de la memoria para poder utilizar a Bannister, que sospecha que era un pedófilo, como escándalo para cerrar EYE Tech, el fabricante de implantes. Hakman se niega de nuevo y, preocupado por su seguridad, utiliza sus conocimientos de las cintas de memoria para sacudir a un turbio criminal por una pistola.
Mientras Hakman revisa los recuerdos de Bannister, encuentra una escena que implica que Bannister abusó de su hija, Isabel (Genevieve Buechner). Hakman la borra sin palabras y sigue adelante. Finalmente da con una persona que está convencida de que debe ser su amigo de la infancia, Louis. Entusiasmado, organiza una reunión con la familia de Bannister para averiguar más información. La esposa de Bannister, Jennifer (Stephanie Romanov), se muestra displicente, pero Isabel le revela que el hombre, recientemente fallecido en un accidente de tráfico, era un profesor llamado Louis Hunt. Con la esperanza de que Hunt tuviera un implante, Hakman organiza un allanamiento en EYE Tech, pero no tienen ningún registro de Hunt. En cambio, Hakman encuentra un archivo sobre él mismo, que se sorprende al descubrir que documenta la compra de un implante por parte de sus padres.
En su angustia, Hakman recurre a su amante, Delila (Mira Sorvino). En su apartamento, le enseña el equipo que utiliza para ver los recuerdos y le muestra imágenes surrealistas de un implante defectuoso. La deja sola mientras busca la ayuda de los manifestantes antiimplantes, que han descubierto una forma de bloquear el implante mediante una modificación corporal especializada. Cuando regresa y encuentra su apartamento desordenado, supone que Fletcher ha entrado; en cambio, Delila se enfrenta a él, habiendo encontrado cintas de memoria que documentan su relación anterior. Le acusa de voyeurismo y destruye furiosamente su visor de memoria, lo que provoca que los archivos de Bannister también resulten dañados.
Fletcher y su socio finalmente irrumpen, pero no encuentran nada. Hakman le dice a la esposa de Bannister que las grabaciones borradas se perdieron en un accidente, y ella finge decepción, contenta de que los secretos sucios permanezcan ocultos. Hakman pide a sus colegas que recuperen las imágenes en directo de su propio implante, un proceso potencialmente mortal. Ellos aceptan, pero le advierten que no puede volver a cortar recuerdos; un cortador con un implante es una violación del "código del cortador". Los recuerdos resultantes muestran que Hakman intentó disuadir a Louis de cruzar el tablón, y que pisó pintura roja, no sangre. Hakman, aliviado, visita la tumba de Hunt pero se enfrenta de nuevo a Fletcher, que se ha enterado del implante de Hakman. Tras perseguir a Hakman por el cementerio, éste duda y parece dispuesto a dejar que Hakman se vaya; sin embargo, el socio de Fletcher mata a Hakman.
En la última escena, Fletcher carga los recuerdos de Hakman en un visor y promete utilizarlos para el bien común. Mientras hojea los recuerdos de Hakman, buscando pruebas de la culpabilidad de Bannister, ve a Hakman mirándose en un espejo, y el implante de memoria persiste en la escena después de que Hakman se haya ido.