Final de La música del terremoto
(2019)Final de La música del terremoto (2019)
Título original: Earthquake Bird
Sinopsis
Tokio, Japón, 1989. Lucy Fly, una extranjera que trabaja como traductora, comienza una apasionada relación con Teiji, un hombre misterioso obsesionado con la fotografía.
Wash Westmoreland
Director
Atticus Ross
Compositor
Jeong Jeong-hun
Fotógrafo
Ridley Scott
Productor
Reparto principal
Alicia Vikander
Riley Keough
Naoki Kobayashi
Kiki Sukezane
Yoshiko Sakuma
Ken Yamamura
Como acaba La música del terremoto
Después de que Lucy le cuenta a la policía su trágica historia de vida, que se sintió responsable de la muerte de su hermano y hubieron otras muertes en su vida. Por ese motivo, también se sintió responsable de la muerte de Lily.
Cuando la Policía la deja irse, va al apartamento de Teiji y entra a la fuerza. Encuentra fotos de Lily y finalmente ve una de la chica muerta. Teiji la mató y sacó la foto.
Lucy coge la carpeta de fotos y las lleva al cuartel de policía. El detective que conoce no está de guardia, por lo que, por alguna razón, no entrega las imágenes.
Se va a casa, donde Teiji la está esperando. Él dice que podrían escapar juntos. Ella rechaza la idea y le dice que se acabó. Entonces se pone violento y trata de estrangularla hasta la muerte en el sofá. Ella encuentra un vaso y le da un golpe en la cabeza. Un trozo de cristal se clava en su cabeza y él lo saca, mirándola mientras muere, de manera similar a como Lucy describió a su hermano mirándola fijamente cuando murió.
Lucy vuelve a ver a la Sra. Katoh, su amiga y compañera de música. Lucy admite que Lily fue a verla y le pidió que la dejara entrar, y Lucy no quiso.
La señora Katoh le dice que no fue su culpa que muriera. Lucy insiste en que lo fue. La Sra. Katoh dice que tal vez Lily le salvó la vida. Lucy dice que hay otras muertes de las que también se siente responsable, incluida la Sra. Yamamoto, que se cayó por las escaleras al principio de la película.
La Sra. Katoh confiesa sus propios sentimientos de culpa por la muerte de la Sra. Yamamoto. Le dice que subió las escaleras dos días antes y se había preocupado porque los escalones eran resbaladizos. Tenía la intención de advertir a la Sra. Yamamoto ese mismo día cuando hablaron por teléfono, pero no lo pensó hasta que colgaron.
En la escena final, Lucy extiende su mano y ella y la Sra. Katoh lloran, y Lucy parece encontrar consuelo en la idea de que ella no es la única culpable.