Después de años de callejones sin salida y aún más ataques terroristas, Maya (Jessica Chastain) finalmente obtiene lo que ha estado esperando en la búsqueda de bin Laden. La información la dirige hacia un complejo que está muy bien protegido. Sin embargo, la vigilancia satelital revela que tres mujeres viven en el complejo, pero solo se han visto dos hombre. Acorde con la cultura musulmana, esto significa que debe haber un tercer hombre viviendo allí. Maya cree que este tercer hombre que nunca se ha visto es Bin Laden. Después de alguna teoría sobre si es bin Laden o algún otro objetivo de alto valor, se envía un equipo de ataque.

Hay problemas con uno de los helicópteros, y se estrella en el patio del complejo, aunque nadie está gravemente herido. El equipo se infiltra en el complejo, trabajando metódicamente a través de puertas reforzadas y cerradas. Sacan a dos hombres que tienen armas y a una mujer.

En el piso superior, un hombre hace un movimiento detrás de una puerta y se le dispara. Después de entrar en la habitación, se dan cuenta de que el hombre es Bin Laden. Los SEAL disparan sobre su cuerpo unas cuantas veces más para asegurarse de que está muerto y luego intentan confirmar la identidad.

Mientras tanto, otros SEAL están extrayendo discos duros y archivos de una oficina del complejo.

Reciben la noticia de que los pakistaníes se dirigen al complejo. Los SEAL consiguen meter a Bin Laden en una bolsa para cadáveres y se llevan todos los archivos y unidades de disco que pueden, y salen del recinto.

El helicóptero derribado está lleno con explosivos y es detonado antes de que lleguen los pakistaníes. El equipo es evacuado en otro helicóptero sin víctimas en el lado estadounidense.

Maya se siente aliviada de que la misión haya sido exitosa, y se sube a un avión militar para finalmente regresar a los Estados Unidos.