Final de La novia ensangrentada
(1972)
Final de La novia ensangrentada (1972)
"¡Hasta que la muerte los separe!"
Título original: La novia ensangrentada
Sinopsis
Una joven recién casada comienza a tener inquietantes pesadillas justo después de instalarse en la vieja mansión que ha pertenecido a la familia de su marido durante siglos. Cuando sus siniestros sueños se hacen realidad, la inocente novia queda atrapada en un enloquecedor laberinto de horrores indecibles.
Vicente Aranda
Director
Antonio Pérez Olea
Compositor
Fernando Arribas
Fotógrafo
Reparto principal

Simón Andreu

Maribel Martín

Alexandra Bastedo

Dean Selmier

Ángel Lombarte

Montserrat Julió
Como acaba La novia ensangrentada
Susan, una joven recién casada que aún lleva puesto su vestido de novia, se va de luna de miel con su nuevo marido y acaba llegando a un hotel. Otra mujer parece estar acechando a la pareja desde su posición en un coche cercano y cuando Susan se queda sola en la habitación durante unos momentos, tiene una violenta fantasía en la que un hombre extraño salta del armario y la viola. Cuando su marido regresa, ella insiste en marcharse, cosa que hacen.
La pareja llega a una casa en la que aparentemente creció el marido. Aquí es donde se desarrolla el resto de la historia. La esposa ve a la mujer del hotel en el bosque de la propiedad, pero no se lo dice a su marido. Susan se da cuenta de que en la casa hay cuadros de los antepasados masculinos, pero ninguno de las esposas. La hija de los criados le dice que los cuadros de las esposas están en el sótano. Susan se da cuenta de que uno de los cuadros de las esposas tiene la cara recortada. El marido de Susan le cuenta que la mujer del cuadro se llama Mircala Karstein, una de sus antepasadas, que doscientos años antes asesinó a su marido en su noche de bodas porque supuestamente le hizo cometer actos inconfesables. Susan tiene sueños violentos relacionados con la misteriosa mujer que ha estado viendo. Al despertarse, encuentra una daga bajo su almohada. Susan empieza a distanciarse de su marido. El marido llama a un médico para que averigüe por qué está teniendo todos esos sueños y qué es lo que le pasa. Pronto Mircala invade los sueños de Susan y la convence de que utilice una misteriosa daga, que reaparece sin importar dónde esté escondida, para descuartizar al marido de Susan como Mircala hizo con el suyo.
Un día, mientras pasea por la playa, el marido descubre a una mujer desnuda enterrada en la arena; sólo su esnórquel le proporciona aire. La desentierra y la lleva a casa, donde se revela que es Carmila. Susan cae bajo el hechizo de Carmila, una vampira que la seduce y bebe su sangre. El marido acaba por descubrir que Carmila es en realidad su antepasada Mircala Karstein y que su vida corre peligro. Los deseos reprimidos de Susan se despiertan en la intensa relación amorosa lésbica y se embarca en una juerga de caos sangriento. Matan al médico, el guardián de la propiedad, e intentan matar también al marido, pero éste las mata mientras las dos mujeres descansan en sus ataúdes como vampiras. Después de que esto ocurra, llega la hija del criado y le revela que ella también fue mordida; entonces se arrodilla y le permite dispararle una vez en la cabeza. Vuelve al ataúd con una daga y la escena se corta a una columna de periódico en la que se declara que el hombre arranca los corazones de tres mujeres, lo que sugiere que el marido fue encontrado y arrestado por los tres asesinatos.