Pierre Brossard (Caine), un colaborador nazi francés, ordena la ejecución de siete judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Unos 40 años después, es perseguido por David Manenbaum (Matt Craven), un sicario que tiene órdenes de matar a Brossard y dejar una declaración impresa en su cuerpo proclamando que el asesinato era una venganza por los judíos ejecutados en 1944. Brossard mata a Manenbaum y esconde el cadáver tras encontrar la declaración y descubrir que su perseguidor viajaba con pasaporte canadiense. Durante años, Brossard se ha refugiado en santuarios del sur de Francia dentro de la comunidad católica tradicionalista, recurriendo a antiguos aliados que han actuado en gran secreto para protegerle y proporcionarle fondos. Pero ahora se ven sometidos a un mayor escrutinio por seguir haciéndolo.

El asesinato de Manenbaum atrae el interés de la policía local y, finalmente, de la persistente juez de instrucción Annemarie Livi (Tilda Swinton). El caso la absorbe, sin desanimarse por la falta de ayuda que encuentra en los sectores oficiales. Livi se alía con el coronel Roux (Jeremy Northam), un investigador de alto nivel de la Gendarmería francesa, y ambos sospechan inicialmente que Manenbaum formaba parte de un plan de asesinato judío. Descubren que Brossard ha sido objeto de varias investigaciones anteriores, que se remontan a más de 40 años, y que todas han fracasado. Livi y Roux descubren recursos ocultos, lo que estrecha el cerco sobre Brossard, que encuentra a sus aliados cada vez más reacios a ayudarle.

Desesperado, Brossard visita por sorpresa a su esposa separada, Nicole (Charlotte Rampling), una criada que vive en la clase media baja de Marsella y que se muestra muy recelosa de volver a verle. Los aliados de Brossard, entre los que se encuentran algunos sacerdotes y un colega de la guerra que ha ascendido a una posición de gran poder dentro del gobierno francés, están sintiendo el calor de los implacables interrogatorios de Livi y Roux. Desesperado y sin saber en quién confiar, Brossard busca nuevos documentos de identidad y dinero para poder escapar de Francia para siempre. Sin embargo, la noche en la que va a escapar, su controlador Pochon (Ciaran Hinds) lo mata a tiros por orden de sus antiguos protectores dentro del gobierno, que temen que les cause problemas si lo capturan.

Tras la muerte de Brossard, Livi y Roux rastrean la conspiración para protegerlo hasta un alto funcionario del gobierno (John Neville), y lo arrestan por traición.