Final de La sombra del vampiro
(2000)Final de La sombra del vampiro (2000)
Título original: Shadow of the Vampire
Sinopsis
Año 1921. F.W. Murnau está rodando Nosferatu en la Europa del Este. El director está decidido a hacer la película más auténtica jamás vista. Para este fin Murnau ha contratado a un vampiro auténtico, Max Schreck como protagonista. Explica el peculiar comportamiento de Schreck diciendo a su equipo que es el no va más de la nueva generación: el actor con método, formado por el mismísimo Stanislavsky. Si Schreck realiza la actuación que Murnau busca tan desesperadamente y controla hasta el final de la producción sus necesidades más indecorosas, el premio de Schreck será el sabroso cuello de la estrella de la película, Greta.
E. Elias Merhige
Director
Dan Jones
Compositor
Lou Bogue
Fotógrafo
Nicolas Cage
Productor
Reparto principal
John Malkovich
Willem Dafoe
Udo Kier
Cary Elwes
Catherine McCormack
Eddie Izzard
Como acaba La sombra del vampiro
En 1921, el director alemán F. W. Murnau está rodando Nosferatu, una versión no autorizada de la novela Drácula de Bram Stoker. Murnau mantiene a su equipo en la oscuridad sobre su calendario y el actor que interpreta al vampiro Conde Orlok. Se deja al otro actor principal de la película, Gustav von Wangenheim, que explique que el protagonista es un oscuro actor de teatro alemán llamado Max Schreck, que es un actor de carácter. Para implicarse plenamente en su papel, Schreck sólo aparecerá entre el reparto y el equipo maquillado, sólo se rodará de noche y nunca saldrá del personaje.
Después de rodar escenas en un estudio con la actriz principal, Greta Schröder, que está disgustada por abandonar Berlín, Murnau lleva a su reparto y al equipo a una remota posada en Checoslovaquia para rodar en el lugar. La dueña de la posada se angustia al ver que Murnau retira los crucifijos de la posada, y el cámara, Wolfgang Muller, cae en un extraño estado hipnótico. Gustav descubre una botella de sangre entre los suministros de comida del equipo, y alguien entrega un hurón enjaulado por la noche a un Schreck que aún no se ha revelado del todo.
Una noche, Murnau lleva a su equipo a un viejo castillo eslovaco cercano para la primera escena con el vampiro. Schreck aparece por primera vez, y su aspecto y comportamiento les impresionan y perturban. El productor de la película, Albin Grau, se siente confundido cuando Murnau le dice que originalmente encontró a Schreck en el castillo. Poco después de la finalización de la escena, Wolfgang es encontrado desplomado en el túnel en el que Schreck se había metido.
Durante el rodaje de una escena de la cena entre Gustav y Orlok, Gustav se corta accidentalmente un dedo. Schreck reacciona de forma salvaje e intenta beber de la herida de Gustav. Las luces fallan y cuando vuelven, Schreck está en el cuello de Wolfgang. Albin ordena que se termine el rodaje por esta noche y el equipo sale corriendo del castillo, dejando a Schreck atrás. Solo, Schreck examina el equipo de la cámara, fascinado por las imágenes de un amanecer. Con Wolfgang a punto de morir, Murnau se ve obligado a traer a otro director de fotografía, Fritz Arno Wagner, después de reprender a Schreck en privado por atacar a los miembros de su equipo y amenazarle con hacerle daño si no se controla en ausencia de Murnau, una amenaza que Schreck desafía debido a su inmortalidad.
Mientras Murnau regresa a Berlín para calmar a los financieros de la película, Schreck se acerca a Albin y al guionista, Henrik Galeen. Ellos creen que todavía está en el personaje, y Schreck señala la soledad de Drácula y la tristeza de que intente recordar cómo hacer las tareas mundanas que no ha necesitado realizar durante siglos. Cuando le preguntan cómo se convirtió en vampiro, Schreck dice que fue una mujer. Schreck coge un murciélago y le chupa la sangre con saña. Grau y Galeen, gracias a su borrachera de aguardiente, quedan impresionados por lo que suponen que es una actuación de talento. Esa misma noche, Schreck ataca y mata a un miembro del equipo en el plató de la película.
La producción se traslada a la isla de Heligoland para filmar las escenas finales, y Murnau, en un estupor inducido por el láudano, admite a Albin y Fritz que Schreck es un vampiro real, y que a cambio de su cooperación, Murnau le ha prometido a Greta. Los dos se dan cuenta de que están atrapados en la isla, por lo que no les queda más remedio que terminar la película esa noche.
En el plató, Greta se pone histérica al comprobar que Schreck no proyecta ningún reflejo. Murnau, Albin y Fritz la drogan con el láudano de Murnau, y filman mientras Schreck se alimenta de Greta, y el láudano en su sangre hace que Schreck se duerma. Al amanecer, los tres intentan abrir una puerta y dejar entrar la luz del sol para destruir a Schreck, pero descubren que el vampiro había cortado previamente la cadena del mecanismo, atrapándolos en el proceso. Fritz y Albin atacan a Schreck, pero son asesinados. Murnau, mientras tanto, reanuda el rodaje y, enloquecido, ignora por completo la muerte de sus colegas y la mirada maliciosa que le dirige Schreck. En su lugar, ordena a Schreck que vuelva a su marca para otra toma. A Schreck le dice: "Si no está en el encuadre, no existe". Schreck vuelve a alimentarse de Greta, mientras Murnau filma. Galeen y el equipo llegan y levantan la puerta, destruyendo a Schreck con la luz del sol. Tras obsesionarse por completo con la película, Murnau pide una pizarra final a su aturdido equipo. Después de que le obliguen, detiene la cámara y afirma con calma: "Creo que lo tenemos".