Michael Foster nunca superó la muerte de su hermana debido a un cáncer. Para hacer frente a su trauma, secuestra a mujeres jóvenes de cabello rubio como ella, las lleva a un búnker subterráneo en una segunda propiedad que posee que está al lado de donde estaba la casa donde crecieron él y su hermana, las ata a una silla, se lava y limpia sus cabellos, las asesina y arroja su cuerpo a una tumba poco profunda.

Después de que su jefe le dijo que se fuera a casa, Jordan (Halle Berry) va a la segunda propiedad de Michael Foster y localiza la escotilla subterránea. Baja al búnker y encuentra a Michael Foster, que está comenzando a descuartizar a Casey.

Se produce una pelea y Casey puede escapar del búnker y cuando Jordan sube la escalera, puede patear a Michael Foster de nuevo, lo que lo deja inconsciente. Jordan saca su teléfono y comienza a llamar al 911, pero Casey la detiene.

La siguiente escena muestra a Michael Foster encadenado a una silla en su búnker subterráneo. Jordan y Casey planean decirle a la policía que Casey pudo escapar de su secuestrador y Jordan la encontró en el bosque.

Dejan a Michael Foster encadenado a la silla y abandonan el búnker, dejándolo morir.