En la remota aldea iraní de Kuhpayeh, un periodista es abordado por Zahra, una mujer con una historia desgarradora sobre su sobrina, Soraya, y las sangrientas circunstancias de la muerte por lapidación de Soraya el día anterior. Los dos se sientan mientras Zahra cuenta la historia a Freidoune, que graba la conversación. El periodista debe escapar con su vida para contar la historia al resto del mundo.

Alí es el marido maltratador de Soraya, que intenta que el mulá del pueblo convenza a Soraya de que le conceda el divorcio para poder casarse con una niña de 14 años. Alí consigue convencer al mulá amenazando con contar al pueblo su pasado como convicto.

El matrimonio de Alí con la adolescente está condicionado a la capacidad de Alí para salvar al padre de la chica, un médico que ha sido condenado a muerte por un crimen no especificado. Soraya tiene dos hijos que Alí desea. Tras la muerte de una mujer, Alí le pide a Zahra que convenza a Soraya para que cuide al marido de la mujer, ahora viudo. Soraya empieza a trabajar para el viudo, y Alí aprovecha esta situación para difundir mentiras de que Soraya le está siendo infiel para que la apedreen y él pueda volver a casarse. Alí sabe que si Soraya estuviera muerta, tampoco tendría que pagar la manutención de sus hijos. Alí y el mulá inician un rumor sobre su infidelidad para poder acusarla de adulterio. Necesitan un testigo más de su "infidelidad" para poder acusarla formalmente. Manipulan y amenazan al viudo para que respalde su historia. Alí arrastra entonces a Soraya por las calles, golpeándola y declarando públicamente que le ha sido infiel. Zahra interviene y lleva a su sobrina, a Alí y al alcalde a hablar en privado. Llevan al viudo a la casa y, después de que mienta como se le ha ordenado, se lleva a cabo un juicio. Sólo se permite la presencia de hombres, incluido el padre de Soraya, mientras ésta está confinada en la casa de Zahra. Rápidamente es condenada. Zahra intenta huir con ella y, tras darse cuenta de que no puede, suplica al alcalde por su vida, ofreciéndose incluso a cambiar de lugar con Soraya. La condena se mantiene.

El padre de Soraya recibe la primera piedra para lanzarla, pero la falla repetidamente. Una mujer de la multitud suplica al alcalde que las piedras que faltan son una señal de que Soraya es inocente, pero ninguno de los hombres la escucha. Alí coge las piedras y las lanza él mismo. Sus dos hijos también se ven obligados a lanzar piedras[5][6] El viudo también recibe piedras, pero se aleja llorando. La multitud finalmente se une y Soraya es apedreada hasta la muerte.

En el presente, el viudo informa al periodista de que su coche está arreglado. El mulá y el viudo son informados por Alí de que su matrimonio con la adolescente se ha cancelado, dando a entender que no podía librar a su padre de la ejecución. Enfadado con Alí y el mulá, el viudo admite que ha mentido. Cuando el periodista intenta marcharse, el mulá ordena a un guardia revolucionario que le detenga a punta de pistola. Le confiscan la grabadora y destruyen las cintas. Zahra aparece entonces con la verdadera cinta en la mano. Los hombres intentan correr tras el coche mientras el periodista se aleja y escapa. Zahra declara triunfalmente que ahora todo el mundo conocerá la injusticia que ha ocurrido.