Tres reyes magos visitan el establo del bebé Brian y le hacen regalos. De repente, regresan, arrebatando los regalos, al darse cuenta de que se los han dado al bebé equivocado.

Treinta años después, Brian vive con su malhumorada madre, que le dice que es romano. Él protesta y se une al Frente Popular de Judea, un grupo revolucionario antirromano. Le envían a escribir "Romanos, volved a casa" en el muro del palacio: lo hace, en un latín muy malo. Un centurión romano que pasa por allí lo corrige afablemente y le hace escribirlo 100 veces. Más tarde se enamora de Judith, una de las revolucionarias.

Brian regresa al grupo y se une a ellos en un complot para secuestrar a la esposa de Pilato. En el palacio, se encuentran con un grupo rival que está haciendo lo mismo. Todos luchan y se matan entre sí, excepto Brian, que es arrestado y entrevistado por Pilato.

Mientras los guardias se ríen sin poder evitar el nombre del amigo de Pilato "Biggus Dickus", Brian escapa y encuentra el camino de vuelta al grupo. Acaba dando un discurso a la gente del lugar, que de repente cree que es el Mesías. Todos le persiguen, pero él huye, hasta que los romanos le vuelven a detener.

Brian acaba siendo crucificado. Un grupo de guardias aparece con órdenes de liberar a Brian, pero entonces todos dicen ser Brian, y acaban liberando al hombre equivocado. Entonces aparece el grupo de resistencia de Brian (junto con su novia), y anuncian que Brian se convertirá en un mártir.

Finalmente, aparece un Escuadrón Suicida de Crack, pero se limitan a suicidarse, sin hacer mucho bien. La imagen se desvanece mientras todos los crucificados cantan "Always look on the bright side of life".