Fernando (Germán Jaramillo) conoce a Alexis (Anderson Ballesteros), un apuesto joven gay, en la fiesta de uno de sus viejos amigos e inmediatamente se enamora de él. Ambos inician una relación que, aparte del sexo, consiste principalmente en que Fernando le cuenta a Alexis lo bucólica que era la ciudad cuando él se fue, mientras Alexis le explica a Fernando los entresijos de los robos, la violencia y los tiroteos cotidianos. Aunque Fernando ha vuelto a casa para morir, su sarcástica visión del mundo se suaviza un poco gracias a su relación con Alexis.

Pronto descubre que Alexis es miembro de una banda y sicario, y que miembros de otras bandas le persiguen. Tras fracasar varios intentos de asesinato debido al hábil manejo de la Beretta por parte de Alexis, éste es finalmente asesinado por dos chicos en moto. Fernando es en parte responsable de esto, ya que el arma de Alexis se ha perdido antes del asesinato debido a los impulsos suicidas de Fernando.

Fernando visita a la madre de Alexis y le da algo de dinero, y luego camina por las calles sin rumbo cuando se encuentra con Wilmar (Juan David Restrepo), que tiene un sorprendente parecido con Alexis, no sólo en su aspecto sino en toda su forma de ser.

Invita a Wilmar a comer y ambos comienzan un romance, reavivando el tipo de relación que tenía con Alexis. Wilmar también es un asesino, pero es una revelación impactante para Fernando cuando descubre que Wilmar es quien disparó a Alexis. Jura matar a Wilmar, pero luego se entera de que fue Alexis quien comenzó la violencia al matar al hermano de Wilmar, pidiendo venganza contra él por parte de Wilmar.

Cuando Wilmar va a despedirse de su madre antes de que él y Fernando abandonen el país juntos, también es asesinado. Al ver que el círculo vicioso de atrocidades en Medellín niega la felicidad, Fernando presumiblemente se suicida, si la última escena se toma para insinuar eso.