Toda esta aventura fantástica de Terry Gilliam fue un cuento contado por el personaje del título a un grupo de espectadores: El barón Karl Frederich Hieronymous von Munchausen (John Neville), anciano.

Su relato versaba sobre sus supuestas y maravillosas hazañas en el siglo XVIII, ante un público que asistía a una obra de teatro (sobre su propia vida), mientras la ciudad estaba sitiada por las hordas turcas.

El cuento terminaba con la "muerte" a tiros del Barón, asesinado por el funcionario de la ciudad "The Right Ordinary Horatio Jackson" (Jonathan Pryce) durante un desfile de la victoria y la toma de su alma por el "doctor" Grim Reaper.

El giro era que la historia inventada del Barón era también una "historia dentro de una historia" inventada. Era la escena final de otra historia escenificada que el fabulista estaba contando al público cuando apareció de nuevo en el escenario:

"Y ésa fue sólo una de las muchas ocasiones en las que me encontré con la muerte, una experiencia que no dudo en recomendar".

Sally Salt (Sarah Polley), la joven hija del líder de la compañía teatral, comentó incrédula: "No era sólo un cuento, ¿verdad?".

En el final, el Barón cabalga hacia una lejana ladera en su caballo Bucéfalo, saluda al pueblo y luego desaparece crípticamente.