Los adolescentes Ulises (Oscar Torres) y Sofía (Nancy Talamantes) mantienen una relación. Se revela que Ulises está siendo preparado por su familia para atrapar a sus jóvenes amantes en la red de prostitución que constituye el negocio de su familia. Después de enamorarse de Sofía, su primera amante, Ulises lucha sin éxito para evitar que la exploten. Su padre accede a dejar libre a Sofía sólo cuando Ulises consigue otra joven para sustituirla en el burdel. De este modo, se dispone a atrapar a su próxima víctima.

Mientras tanto, Sofía se ve obligada a someterse a la esclavitud sexual y pierde la esperanza al ver que su posibilidad de escapar es muy escasa. Por casualidad se encuentra con un buen samaritano que se hace pasar por un cliente y que piensa ayudarla a escapar; pero antes de que tenga la oportunidad de actuar llega Ulises y se lleva a Sofía a vivir con él habiendo obligado a otra chica, Marta, a ocupar su lugar.

La familia de Ulises obliga a Sofía a quedarse con él como su "salvador" y le dice que ayudará a cuidar a los niños de la casa (algunos de los cuales son rehenes porque son hijos de otras mujeres esclavizadas) y que no puede ver a su familia o puede ser devuelta al burdel. Sofía está traumatizada por los horribles abusos que ha sufrido y no es la misma niña despreocupada que recuerda Ulises. También se da cuenta de que Ulises ha atrapado a otra chica como su sustituta y lucha contra este pensamiento. Ulises parece sentir pena por lo sucedido, pero además de hacerla suya a los ojos de su familia no hace ningún esfuerzo por liberarla.

La película termina con Sofía y Ulises en una excursión aparentemente normal con la familia de Ulysis; Sofía se sienta en silencio con miedo frente a Ulises.