Final de Llama un extraño
(1979)
Final de Llama un extraño (1979)
Título original: When a Stranger Calls
Sinopsis
Jill, una joven estudiante que por las noches trabaja cuidando a unos niños, comienza a recibir una serie de llamadas amenazadoras. Al otro lado del teléfono, sólo una pregunta: "¿has vigilado a los niños recientemente?". Asustada, llama a la policía, que identifica el origen de las llamadas en la misma casa. Cuando Jill se dirige al cuarto de los niños a su cargo, descubre que han sido asesinados mientras dormían. Una intriga envolvente en torno a un psicópata asesino, con una trama dividida en tres partes en función de la situación por la que atraviesa el criminal. Con un brillante reparto -con Charles Durning y la siempre estupenda Carol Kane al frente- ésta es la primera película dirigida por Fred Walton.
Fred Walton
Director
Steve Feke
Escritor
Dana Kaproff
Compositor
Donald Peterman
Fotógrafo
Steve Feke
Productor
Reparto principal

Carol Kane

Charles Durning

Colleen Dewhurst

Tony Beckley

Rutanya Alda

Carmen Argenziano
Como acaba Llama un extraño
Jill Johnson (Carol Kane) está cuidando a los hijos del Dr. Mandrakis (Carmen Argenziano) en su casa. Cuando los niños están dormidos, Jill recibe una llamada telefónica de un hombre que le pregunta si ha revisado a los niños. Al principio, Jill descarta la llamada como una broma pesada. Sin embargo, el hombre llama una y otra vez, aumentando la frecuencia de las llamadas y el nivel de amenaza, y Jill se asusta. Llama a la policía, que le dice que mantenga al autor en la línea el tiempo suficiente para que puedan rastrear la llamada. Jill recibe una última llamada de su acosador. Inmediatamente después de la conversación, la policía la llama para informarle de que las llamadas proceden de una línea situada en algún lugar del interior de la casa. Jill ve la sombra del intruso. Sin que ella lo sepa, un marino mercante inglés llamado Curt Duncan (Tony Beckley) ha matado a los niños poco después de la llegada de Jill. Deja a Jill ilesa y, tras su juicio, es enviado a un centro psiquiátrico.
Siete años después, Duncan se escapa del centro psiquiátrico. El Dr. Mandrakis contrata a John Clifford (Charles Durning), que investigó los anteriores asesinatos pero que ahora es detective privado, para que encuentre a Duncan. Sin saber que Clifford le persigue, el vagabundo Duncan recibe una paliza tras acosar a una mujer, Tracy (Colleen Dewhurst), en un bar del centro. Duncan sigue a Tracy hasta su apartamento y ella se apiada de él. Intenta ser amable con él mientras consigue que se marche, esperando que ésta sea la última vez que lo vea.
Mientras tanto, un Clifford cada vez más obsesionado confía a su amigo el teniente Garber (Ron O'Neal) su intención de matar a Duncan en lugar de volver a internarlo. Garber, que también estuvo presente en la escena del crimen de Mandrakis, acepta colaborar. Clifford sigue la pista de Duncan hasta la residencia de Tracy. Le dice a Tracy que Duncan destrozó literalmente a los niños Mandrakis con sus propias manos y Tracy acepta a regañadientes actuar como cebo en el bar esa noche en un esfuerzo por hacer salir a Duncan. Duncan nunca aparece. Sin embargo, después de que Clifford se vaya, Duncan sale de su escondite desde el interior del armario de Tracy. Tracy grita pidiendo ayuda y Clifford regresa, persiguiendo a Duncan del lugar pero perdiendo su rastro en las calles del centro de Los Ángeles.
Jill está ahora casada y tiene dos hijos pequeños. Una noche, ella y su marido Stephen (Steven Anderson) van a cenar para celebrar su ascenso mientras sus hijos son cuidados por Sharon (Lenora May). Mientras están en el restaurante, Jill recibe una llamada telefónica y escucha la voz de Duncan preguntando de nuevo: "¿Has revisado a los niños?". La policía escolta a Jill de vuelta a casa para descubrir que todo está bien.
Al enterarse del incidente, Garber alerta a Clifford. Clifford intenta llamar a Jill, pero descubre que la línea está cortada en un inquietante paralelismo con el acoso original de Jill. Más tarde, esa misma noche, Jill oye la voz de Duncan cuando la puerta del armario parece abrirse. Intenta despertar a su marido, pero se da cuenta de que el hombre que yace a su lado es el intruso. Éste persigue a Jill por la habitación e intenta matarla, pero Clifford llega a tiempo de disparar a Duncan en el pecho, matándolo. Stephen se encuentra en el armario, inconsciente pero vivo. Sus hijos están a salvo.