El plan de Jackie (Hannah Emily Anderson) desde el principio era asesinar a Jules (Brittany Allen) por el dinero de su seguro de vida, como lo ha hecho con sus esposas anteriores.

Jackie logra empujar a Jules por un acantilado por segunda vez, y (no sin razón) cree que está muerta. Luego se pone una gran inyección de insulina para inducirse un coma diabético como coartada, se ve un video donde Jules le dice a Jackie que la insulina está enriquecida con peróxido de hidrógeno, lo que causará coágulos sanguíneos fatales. Jackie jadea cuando siente el efecto de la sustancia que la mata.

La cámara enfoca a Jules que yace completamente inmóvil con los ojos abiertos. Sin embargo, cuando la cámara se apaga, escuchamos un grito ahogado: ¡Jules puede estar viva después de todo!