Durante los preparativos para el juego, toda la ciudad de Taft experimenta un gran resurgimiento, y los matrimonios de Jack (Robin Williams) y Reno (Kurt Russell) también recuperan su chispa.

Bakersfield martilla a Taft en la primera mitad del juego, liderando 26-0. En el vestuario del equipo Taft justo antes de la segunda mitad, Jack muestra a Reno la cabeza del disfraz de la mascota de los Tigres de Bakersfield que tenía, confesando que fue él quien destrozó el Bar de Gigi con el disfraz para hacer que Taft se enfrentara a Bakersfield cuando antes no querían. Reno se enfada con Jack, pero Jack se las arregla para encender un fuego bajo Reno usando la psicología inversa sobre él, diciéndole que era un tonto por tratar de despertar a Reno a la acción porque Reno no era el mariscal de campo - o el hombre - que solía ser. Esto hace que Reno recupere su actitud de "idiota" de sus días de fútbol americano en la escuela secundaria, donde exigía que todos sus compañeros de equipo jugaran de manera excelente. Utiliza esta mentalidad para forzar al equipo a hacerlo mejor, y funciona, con Taft empatando el juego 26-26 con sólo cinco segundos por jugar.

Antes de que comience la última jugada, Jack le dice a Reno que le tire el balón para que pueda conseguir el touchdown ganador y en el proceso erradicar el recuerdo de su pasado fracaso. A medida que los segundos se acaban, Reno le tira la pelota a Jack de la misma manera que lo hizo antes, pero esta vez Jack la atrapa y anota el touchdown.

Jack se convierte en un héroe, y él y Reno se van a casa con sus felices esposas.