Final de Los falsificadores

(2007)
Final de Los falsificadores
"Usan a un tipo astuto para hacer dinero. Su genialidad lo mantiene vivo."

Título original: Die Fälscher

22/03/2007 (ES)Drama, Bélica98 min
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Sinopsis

Berlín, 1936. Sorowitsch (Karl Markovics), el rey de los falsificadores de moneda, es un judío sin escrúpulos que cree que "la manera más rápida de ganar dinero es fabricar dinero". Nada le importa lo que está sucediendo a su alrededor, ni siquiera la situación de los judíos. Sin embargo, cuando estalla la guerra, es arrestado y llevado a un campo de concentración nazi, donde se ve obligado a trabajar con otros falsificadores. Su misión: fabricar libras esterlinas y dólares americanos. A cambio, sus condiciones de vida son mejores que las de los demás prisioneros. Sin embargo, esta situación les plantea a algunos un dilema moral: cooperar con sus verdugos equivale prolongar la guerra y facilitar la victoria de la Alemania nazi.

Stefan Ruzowitzky

Director

Benedict Neuenfels

Fotógrafo

Josef Aichholzer

Productor

Reparto principal

Karl Markovics

Karl Markovics

August Diehl

August Diehl

Devid Striesow

Devid Striesow

Martin Brambach

Martin Brambach

August Zirner

August Zirner

Veit Stübner

Veit Stübner

Como acaba Los falsificadores

En 1936, Salomon Sorowitsch, judío de origen ruso, es detenido en Berlín por sus actividades como falsificador. Así, es encarcelado en el campo de concentración de Mauthausen, etiquetado como criminal común.

Sorowitsch se da cuenta de que la única manera de sobrevivir al trato inhumano de los nazis a los prisioneros del campo es intentar evitar los trabajos forzados. Por ello, decide coger sigilosamente unas hojas de papel de un kapo, en las que realiza un notable dibujo que pone de manifiesto sus grandes habilidades como ilustrador. Su talento fue inmediatamente apreciado y pronto se fijó en él la dirección de las SS, que decidió trasladarlo a un departamento llamado "la jaula de oro", un sector especial del campo de Sachsenhausen donde, en dos barracones totalmente aislados de los demás y en condiciones mucho más cómodas, se empleaba a una plantilla de prisioneros, seleccionados entre los mejores artistas gráficos y tipógrafos, para falsificar moneda extranjera y bonos del Estado, con el objetivo de inflar y destruir las economías británica y estadounidense.

En el nuevo campo de concentración, Sorowitsch se encuentra con Herzog, el policía que lo había detenido y que hizo carrera en las SS al convertirse en el responsable de la Operación Bernhard. Éste, consciente de que el resultado de toda la operación depende del reputado falsificador, intenta animarle a cooperar, a menudo de forma complaciente y sumisa. Durante su estancia en el lager, el cínico Sorowitsch se hace amigo de un joven judío ucraniano que más tarde es asesinado por un miembro de las SS porque está enfermo y, por tanto, ya no puede ser productivo.

Tras el rotundo éxito obtenido con la falsificación de la libra esterlina, que fue considerada válida por el propio Banco de Inglaterra, pasa a producir dólares. Despreocupado por las amenazas cada vez más acuciantes, un impresor de ideas comunistas, Adolf Burger, se niega a participar en una operación que podría beneficiar enormemente a la causa nazi. Por ello, la producción de dólares es muy larga y ardua, sobre todo por los repetidos sabotajes de Burger. Hasta que en 1945 los alemanes son puestos en fuga y los prisioneros liberados.

Sorowitsch consigue incluso malversar una gran cantidad de dólares falsos de Herzog, pero al llegar a Montecarlo, dilapida deliberadamente todo el dinero que debería haber servido a sus torturadores. Una mujer que le vio perder una fortuna en un instante, se une a él en la playa para consolarle por la "desafortunada" velada. La tranquiliza diciéndole que el dinero se puede recuperar fácilmente....