Después de ser rescatada de la cúpula de los Juegos del Hambre que destruyó, Katniss (Jennifer Lawrence) se encuentra ahora en el Distrito 13, en un escondite rebelde subterráneo. Petaa (Josh Hutcherson) fue rescatado de la cúpula por las fuerzas del presidente Snow (Donald Sutherland) y aún se encuentra en el Capitolio.

La Presidenta del Distrito 13, Coin (Julianne Moore), planea usar Katniss "El Sinsajo" como un icono de los medios para mantener el impulso de la revolución, mientras que Snow utiliza Petaa para pedir a todos los distritos que se retiren y prevengan una guerra civil.

El presidente Coin decide que Katniss necesita que se le muestre la devastación. Cuando Katniss va al Distrito 8 junto con un equipo de cámaras liderado por Cressida (Natalie Dormer), la capital bombardea el hospital al que fueron previamente. Al filmar las consecuencias, Katniss llega a comprender realmente lo que está en juego.

Después de un bombardeo de la presa utilizada para generar energía para el Capitolio y hay un apagón común, Beetee (Jeffrey Wright) logra pasar por alto los cortafuegos del Capitolio y descubre que los Tributos anteriores estan en el Centro de Tributos. Un pequeño grupo vuela sin ser detectado y rescata a los Tributos. Aunque Snow le reveló a Katniss durante una conversación en video que sabía que el equipo estaba rescatando a los tributos, todos regresan ilesos, incluido Petaa.

Un Peeta con el cerebro lavado trata de convencer a Katniss de que deje las armas. Fue manipulado por los hombres de Snow a través de drogas, tortura e instilación de miedo para servir como un arma humana para matar a Katniss.

La película termina con un discurso alentador de Coin que dice que la revolución derribará el Capitolio y liberará a todas las personas. Mientras Coin está dando su discurso de victoria, Katniss ve a Peeta, con una camisa de fuerza y ​​atado a la cama en una habitación acolchada.