Final de Luca el contrabandista

(1980)
Final de Luca el contrabandista

Título original: Luca il contrabbandiere

08/08/1980 (ES)Drama, Acción, Suspense, Crimen97 min
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Sinopsis

Luca Di Angelo es un padre de familia que se gana la vida dirigiendo operaciones portuarias de contrabando para la mafia napolitana. Todo se complica cuando alguien delata su actividad a la policía.

Lucio Fulci

Director

Lucio Fulci

Escritor

Fabio Frizzi

Compositor

Sergio Salvati

Fotógrafo

Sandro Infascelli

Productor

Reparto principal

Fabio Testi

Fabio Testi

Ivana Monti

Ivana Monti

Guido Alberti

Guido Alberti

Enrico Maisto

Enrico Maisto

Daniele Dublino

Daniele Dublino

Ajita Wilson

Ajita Wilson

Como acaba Luca el contrabandista

Luca Di Angelo (Fabio Testi) es un contrabandista, miembro de un equipo organizado que trafica con cigarrillos y alcohol por la costa de Nápoles, Italia. Tras un encontronazo con la policía en el que los contrabandistas consiguen huir fingiendo la explosión de una embarcación, lo que hace que las lanchas de la policía respondan a la falsa emergencia, Luca y su hermano Mickey sospechan que Scherino (Ferdinand Murolo), el jefe de una banda rival de contrabandistas, les ha pasado sus activos. Lucia y Mickey llevan sus acusaciones a su jefe Perlante (Saverio Marconi), un playboy de mala muerte con numerosas conexiones con la mafia, que acepta investigar. Después de que un incendio nocturno en los establos de Mickey mate a un valioso caballo de carreras, él y Luca van a inspeccionar los daños. Pero en el camino, son detenidos en un falso control policial donde los asesinos vestidos de policías engañan a Mickey para que salga del coche y lo ametrallan hasta la muerte una y otra vez (un homenaje a la escena de la muerte de Sonny Corelone en El Padrino), mientras que Luca escapa a duras penas de las heridas escondiéndose en el suelo del coche.

Después, Perlante le sugiere a Luca que abandone la ciudad durante unos días, pero éste se niega. Tras el funeral de su hermano, celebrado en las lanchas de la banda en la bahía de Nápoles, con la policía vigilando, Luca jura vengarse. A pesar de las súplicas de su esposa Adele (Ivana Monti), Luca va tras el principal sospechoso: Scherino. Esa noche, Luca irrumpe en la casa de Scherino, pero es descubierto y golpeado severamente por los secuaces de éste. Sin embargo, Scherino le perdona la vida a Luca. Le dice a Luca que no ha participado en el asesinato de Mickey.

Después de que Luca se recupere de sus heridas gracias a un médico local llamado Charlie (Giordano Falzoni) que trata las heridas a cambio de grandes sobornos en efectivo, Luca se encuentra con un informante que le da una pista sobre quién ordenó el asesinato de Mickey. Viajando a un barco pesquero abandonado en el puerto deportivo donde un encapuchado está haciendo una recogida de droga, Luca lo tortura para obtener información sobre su jefe, del que se entera que es un francés llamado Francois Jacios, alias: El Marsigliese. Luca llama a Perlante, que le cuenta más cosas sobre el despiadado gángster, que se está introduciendo en el crimen organizado italiano para traficar con drogas duras. En su escondite de Nápoles, el Marsigliese (Marcel Bozzufi) se encuentra con Ingrid, una mensajera de drogas alemana de Frankfurt que quiere venderle heroína. Cuando el Marsigliese ve que la heroína está "cortada", hace que le quemen la cara horriblemente con un soplete mientras él observa con sádica satisfacción.

En el transcurso de un día, el Marsigliese ordena una serie de fusilamientos de todos los mafiosos rivales en todo Nápoles como parte de su plan para convertirse en el único capo de Nápoles. Perlante se libra por los pelos de un atentado cuando su mano derecha, Alfredo (Giulio Farnese), hace estallar una bomba escondida bajo la cama de Perlante, matando a Alfredo y a la amante de Perlante. Perlante llama a Luca y le cuenta la serie de golpes. Organiza una reunión entre ellos y los Marsigliese en el estadio de fútbol local, donde el francés habla de fusionar sus intereses criminales. Después, Luca se reúne con sus compañeros contrabandistas y les convence de que no acepten las exigencias de Marsigliese, ya que la entrada de drogas en su comunidad sólo aumentaría el número de adictos y sobredosis, además de que no recibirían ningún beneficio, ya que Marsigliese se quedaría con la mayor parte del dinero para él y sus allegados.

En respuesta a los asesinatos de la mafia, el jefe de la policía de Nápoles (Fabio Jovine) ordena al capitán Tarantino (Venantino Verantini) que realice una redada masiva en la zona de la bahía napolitana para limpiarla de delincuencia. La redada hace que se detenga a muchos contrabandistas. Luca se salva de una redada policial en su casa gracias a Scherino, que le propone formar una alianza para derrotar a los Marsiglise. Esa noche se reúnen en casa de Perlante para discutir con él sus planes. Pero Luca no tarda en percibir el olor revelador del perfume personal de los Marsiglies en la habitación. Luca se da cuenta de que Perlante está aliado con los Marsgliese justo cuando el gángster y sus secuaces irrumpen en la habitación y matan a todos los secuaces de Scherino, además de herir mortalmente al propio Scherino. Los reflejos de Luca, que se lanza por una ventana de cristal y huye de la casa, le permiten escapar. Scherino, herido de muerte, consigue disparar un tiro de su pistola al traidor Perlante, dándole en el cuello, antes de caer muerto.

El Marsigliese secuestra a la esposa de Luca, Adale, y vuelve a insistir en que Luca debe entregar la red de contrabando a su operación de drogas. Para ayudar a Luca a decidirse, le transmiten por teléfono el sonido de Adale siendo golpeada y violada por una banda. Luca accede a las exigencias de Marsigliese. Desesperado, Luca llama al anciano Don Morrone (Guido Alberti), el líder de la vieja guardia de la mafia italiana que ha estado leyendo las noticias durante toda la película sobre los numerosos asesinatos. Morrone está encantado de salir de su semi-retiro para enfrentarse al sádico francés. Morrone transmite sus planes a sus diversos socios de mediana edad, que vuelven a la acción por su causa.

A la mañana siguiente, se produce un encuentro entre Luca y el Marsigliese en una plaza abierta de la localidad, donde tiene lugar la entrega a Adele. Luca se da cuenta de que, efectivamente, se trata de una trampa para matarlo. Don Morrone y sus hombres, utilizando una serie de ataques de atropello, aparecen y eliminan a todos los secuaces del Marsigliese. Luca persigue entonces al enloquecido Marsigliese por las calles y callejones desiertos, donde después de que el francés corre por un callejón que no tiene salida, Luca lo alcanza y le dispara al Marsigliese, que cae sobre un montón de bolsas de basura. Al otro lado de la ciudad, la policía hace una redada en el escondite de los Marsigliese donde encuentran a la traumatizada Adele y un gran alijo de cocaína y heroína, mientras que el resto de los secuaces de los Marsigliese se rinden.

En la escena final, el capitán Tarantino se reúne con Don Morrone y su ama de llaves en el mercado del muelle, donde el policía agradece al anciano mafioso su información, que ha permitido descubrir el escondite de los Marsigliese y confiscar el cargamento de droga. Pero cuando Tarantino le pregunta a Morrone sobre el asesinato del Marsigliese y sus hombres, Morrone afirma no saber nada al respecto, y tampoco conocer a Luca Di Angelo. Por el tono de voz sarcástico de Tarantino, sabe que Morrone está mintiendo. Pero por simpatía, el policía deja que Morrone se vaya sin arrestarlo.