Final de Mademoiselle de Joncquières (Lady J)
(2018)
Final de Mademoiselle de Joncquières (Lady J) (2018)
"Lady J"
Título original: Mademoiselle de Joncquières
Sinopsis
Madame de La Pommeraye se retira de su reclusión debido a la muerte de su marido, siendo seducida por el Marqués de Arcis. Cuando su romance con el lujurioso marqués da un giro inesperado, la rica viuda trama un plan para vengarse con la ayuda de una joven.
Emmanuel Mouret
Director
Laurent Desmet
Fotógrafo
Frédéric Niedermayer
Productor
Reparto principal

Cécile de France

Alice Isaaz

Edouard Baer

Natalia Dontcheva

Laure Calamy

Manon Kneusé
Como acaba Mademoiselle de Joncquières
Madame de La Pommeraye, una joven y guapa viuda que presume de no haberse enamorado nunca, acaba cediendo a las insinuaciones del marqués des Arcis, un conocido libertino, que la corteja con diligencia y obsesión. Cuando, al cabo de dos años, el marqués empieza a descuidar a Madame de La Pommeraye, ella le sugiere que su sentimiento mutuo se ha desvanecido. Él, en lugar de negarlo, acepta de todo corazón. Profundamente dolida por su rechazo, ella planea una venganza.
Sabe de una noble desafortunada y de su hija ilegítima, Mademoiselle de Joncquières, que sobreviven entreteniendo a los hombres en un club nocturno. Las traslada a un apartamento y les pide que se vistan de negro como católicas devotas y que paseen por el parque. Allí les presenta al marqués, que se queda prendado de la belleza de la chica. Madame de La Pommeraye afirma no saber dónde viven, por lo que contrata a unos detectives y pone cerco a la chica. Siguiendo instrucciones de Madame de La Pommeraye, ésta rechaza todas las ofertas que no sean de matrimonio.
En la noche de bodas, el marqués dice que no tomará su virginidad hasta que ella se sienta preparada. A la mañana siguiente, Madame de La Pommeraye llama para llevar a la pareja de novios a dar un paseo. Al detenerse frente al club, le dice al marqués que allí trabajaban su esposa y su suegra. Furioso y disgustado, el marqués rechaza a su mujer y se va a su casa. Allí la encuentra, salvada del río al que se había arrojado. A la mañana siguiente, cuando ella se ha recuperado, le dice que el matrimonio ha terminado y que es libre de irse con quien quiera.
Ella le pide que olvide la vida pasada a la que la condujo la desgracia y que le perdone su participación en el cruel engaño que le hizo Madame de La Pommeraye. Su honestidad le conmueve el corazón y se reconcilian. La amiga de Madame de La Pommeraye no se atreve a decirle que los dos son ahora una pareja feliz.