Pierre es, en su mayor parte, un típico adolescente brasileño de clase media. Explora constantemente su identidad de género y su orientación sexual sin demasiadas reflexiones ni consecuencias. Pierre vive en un suburbio de São Paulo con su madre adoptiva y su hermana en un hogar modesto pero aparentemente feliz. Su despreocupada existencia adolescente se destruye cuando es encontrado por unos detectives que le revelan que su verdadero nombre es Felipe, y que fue robado del hospital por la mujer a la que llama madre.

Después de que las pruebas de ADN revelen su verdadera filiación, la custodia de Felipe/Pierre es entregada a su familia biológica, mientras que su madre "adoptiva" es enviada a prisión por robar no sólo a Pierre sino también a su hermana de otra familia. Al no tener otra alternativa y estar completamente conmocionado, Felipe/Pierre se ve obligado a mudarse con la familia conservadora de clase alta.

Poco después de que el adolescente se mude y se le pase la emoción inicial, los padres de Pierre empiezan a intentar cambiarlo para que encaje mejor en su propio estilo de vida. Los cambios de género de Felipe/Pierre causan mucha angustia al padre, que no está dispuesto a aceptar a Felipe/Pierre tal y como es. Surgen una serie de conflictos cada vez más graves a medida que sus expectativas sobre su hijo desaparecido parecen totalmente ajenas a la persona que Pierre cree que es. Al final, su hermano biológico, irónicamente ignorado y aparentemente invisible para sus padres, es la única persona que parece comprenderle.