En la Escocia de 1986, Angela y Jackson son hermanos estadounidenses que, junto con un pequeño equipo de investigadores paranormales, llevan a cabo una falsa estafa con clientes que creen que sus casas están embrujadas. El equipo utiliza la reputación de la difunta madre de los hermanos para promover los poderes de Angela como médium. Jackson orquesta las estafas debido a una deuda que tiene con unos prestamistas.

Durante su última misión, se producen extraños incidentes, lo que hace que Angela se preocupe por el paralelismo con su madre, que oía voces y acabó suicidándose porque veía a personas que no estaban allí. Una nueva clienta, la señora Greene, les pide que acudan para detener los "gritos" de las niñas. Angela está demasiado perturbada y conmocionada por su último encargo, así que rechaza la petición; investiga el historial de la casa de la persona que llama y descubre que los hijos adoptivos de la propietaria fueron encontrados muertos con la boca cosida 15 años antes, y su hijo fue culpado. Jackson, que necesita el dinero para pagar a los prestamistas, acepta el trabajo, a pesar de las reticencias de su hermana.

Jackson y su equipo de técnicos formulan un plan para estafar a la señora Greene. Mientras Elliot sigue a Angela, filmando por la mansión, ella ve los espíritus de las chicas asesinadas y los sigue hasta el restringido Ala Este, donde el suelo se derrumba. Ángela, Elliot y Jackson descubren el lugar en el que habían estado las niñas.

La señora Greene informa a Jackson de que han fracasado y cree que son unos estafadores. Jackson empieza a ver cosas por sí mismo y finalmente decide abandonar el trabajo después de que la Sra. Greene insinúe que estuvo involucrada en los asesinatos de las chicas. Jackson encuentra a Beth, su técnico/novia, inconsciente con la boca cosida en el ático. Al intentar huir con los demás, Jackson estrella el coche contra un árbol, matando a Beth.

Los hermanos son capturados uno a uno por Herman, el hijo de Greene, siendo Jackson el primero. La señora Greene le corta la lengua a Jackson, le arranca los dientes a martillazos y le cose la boca antes de ordenar a su hijo Herman que lo mate. Su camarógrafo Elliot consigue matar a Herman justo cuando la Sra. Greene empieza con Angela. Los espíritus de las chicas muertas aparecen y Angela les suplica y ruega que la ayuden. Comienzan a gritar, distrayendo a la Sra. Greene el tiempo suficiente para que Angela se libere y la mate. Al salir cojeando de la casa, Angela ve al fantasma de Jackson buscando a Beth antes de alejarse por el camino. Angela rompe a llorar, atrayendo la atención de un coche que pasa por allí.

Angela y Elliot son llevados al hospital. Angela le cuenta a su abuelo por teléfono lo que ha sucedido y su abuelo solloza, diciéndole que no puede estar sola ahora. Pero Angela responde: "No estoy sola" mientras una oscura sombra pasa por encima de ella.