Durante sus vacaciones en Suiza, el pediatra Chris Nielsen conoce a la artista Annie Collins. Se casan y tienen dos hijos, Ian y Marie. Su vida idílica termina cuando los niños mueren en un accidente de coche. Cuatro años después, Chris también muere en un accidente de tráfico. Sin saber que está muerto y confundido porque nadie se relaciona con él, Chris permanece en la Tierra.

Ve los intentos de Annie por superar su pérdida e intenta comunicarse con ella, a pesar de que una presencia le aconseja que eso sólo le causará más dolor. Cuando sus intentos causan efectivamente más dolor, decide seguir adelante. Chris despierta en un Cielo que ha creado con su imaginación; su entorno es un paisaje montañoso que se asemeja a un cuadro creado por su esposa, y es similar a un lugar donde ambos deseaban pasar su vejez.

Chris está acompañado en el Cielo por Albert Lewis, su amigo y mentor de su residencia médica, y Leona, una azafata a la que Chris admiró en su día en presencia de su hija; más tarde llega a reconocer a Leona como su hija Marie. Mientras tanto, Annie se siente culpable por la muerte de Chris y de sus hijos, y se suicida. Chris, que al principio se siente aliviado de que su sufrimiento haya terminado, se enfada cuando se entera de que los que mueren por suicidio van al infierno; esto no es el resultado de un juicio hecho contra ellos, sino su propia tendencia a crear mundos de pesadilla en el más allá basados en su dolor.

Chris se empeña en rescatar a Annie del Infierno, a pesar de la insistencia de Albert en que nadie ha conseguido hacerlo con alguien que haya muerto por suicidio. Ayudados por un "rastreador", Chris y Albert descienden al Infierno. Durante el viaje, Chris se da cuenta de que Albert es en realidad Ian y se separa de él antes de buscar a Annie.

Chris y el rastreador llegan a una versión oscura y retorcida de la casa de Chris y Annie. El rastreador se revela entonces como el verdadero Albert y advierte a Chris que si se queda con Annie más de unos minutos puede quedar atrapado permanentemente en el infierno, aconsejando que todo lo que Chris puede esperar razonablemente es una oportunidad para una última despedida de Annie. Chris entra en su casa, que ahora tiene un aspecto horrible, y encuentra a Annie con amnesia, incapaz de recordar su suicidio, y visiblemente torturada por su decrépito entorno. Incapaz de remover sus recuerdos, el rastreador ve cómo Chris abandona su búsqueda para salvar a Annie del infierno.

Pero en lugar de regresar al Cielo, Chris elige unirse a Annie para siempre en el Infierno. Al declarar a Annie su intención de quedarse, sus palabras son paralelas a algo que le había dicho al dejarla en una institución tras la muerte de los niños, y ella recupera sus recuerdos mientras Chris hace suya su pesadilla. Annie, queriendo salvar a Chris, asciende al cielo, llevándose a Chris con ella. Chris y Annie se reúnen con sus hijos en el Cielo, y todas las apariencias se restauran. Chris propone la reencarnación, para que él y Annie puedan volver a experimentar la vida juntos. La película termina con el reencuentro de Chris y Annie como niños pequeños en una situación paralela a su primer encuentro.