Final de Mi guardaespaldas
(1980)
Final de Mi guardaespaldas (1980)
Título original: My Bodyguard
Sinopsis
Clifford Peache (Chris Makepeace) es un joven que llega nuevo a un colegio donde se le recibe con hostilidad en este film juvenil que obtuvo excelentes críticas en USA
Tony Bill
Director
Alan Ormsby
Escritor
Dave Grusin
Compositor
Michael D. Margulies
Fotógrafo
Don Devlin
Productor
Reparto principal

Chris Makepeace

Adam Baldwin

Matt Dillon

Paul Quandt

Hank Salas

Joan Cusack
Como acaba Mi guardaespaldas
Ricky se presenta en secreto en el balcón de Clifford, pidiendo algo de dinero, después de estar ausente la mayor parte del día, tras el incidente del parque con Moody y su banda. Cuando Clifford sólo puede presentar 6 dólares, los coge y se va. Clifford sigue a Ricky hasta la estación de tren y se enfrenta a él por su mutismo relacionado con el hecho de "haber encontrado a su hermano pequeño muerto" (la versión oficial de su doloroso secreto, que sigue circulando). En ese momento, Ricky confiesa, enfadado pero con lágrimas en los ojos, que él mismo disparó y mató a su hermano por accidente, cuando se pelearon por tener la pistola de su padre y, más tarde, lo encubrió para evitar meterse en problemas haciendo que pareciera que el hermano se había disparado a sí mismo. Clifford quiere tranquilizarlo diciéndole que no fue su culpa, pero Ricky no quiere oírlo y se va en un tren que pasa.
Unos días más tarde, Clifford, Carson (Paul Quandt) y Shelley (Joan Cusack), que salen juntos, vuelven al mismo parque donde ocurrió el incidente de la bicicleta y ven a Ricky. Clifford le alcanza y, al mismo tiempo, también lo hace Moody con sus compinches. Moody provoca a Ricky exigiéndole su bicicleta y, a continuación, convoca a Mike, que se burla de Ricky para que le entregue la bicicleta. Comienza una pelea entre ellos, en la que Ricky acaba imponiéndose y poniendo en su sitio al matón de aspecto más viejo. Cuando Moody trata de intervenir, Clifford, harto de las payasadas de Moody, le obliga a apartarse para iniciar su propia pelea. Al principio, Clifford no consigue nada, pero, con un poco de entrenamiento de Ricky, finalmente es capaz de asestar algunos buenos golpes a Moody y derrotarlo.
Moody cae al suelo con la nariz rota y lloriqueando sin parar, revelando así que no era más que un cobarde abusivo y ventajista. Tanto él como Mike se levantan y caminan hacia su pandilla, que ahora está toda consternada y los mira con desprecio, mientras Clifford y Ricky se felicitan por su victoria y son vitoreados por Carson y Shelley.
La película termina cuando Ricky, ahora en muy buenos términos con Clifford y sus amigos, mientras todos se alejan, le pide en broma a Clifford que "sea su guardaespaldas, a cambio de un pago y de que le haga los deberes" -al igual que hizo Clifford, antes en la película, cuando buscaba protección contra los matones-, a lo que Clifford afirma "no estar interesado y querer un precio más alto", mientras se ríe.