Opal, una niña de 10 años, y su padre, un predicador, acaban de mudarse a la pequeña ciudad de Naomi, en Florida. Opal no tiene amigos y no hay muchos niños, así que se prendó de un perro callejero al que los empleados perseguían en la tienda Winn Dixie. Le pone el nombre de la tienda y se lo lleva a casa, pero a su padre no le hace ninguna gracia y el propietario odia a los perros.

El perro va de camino a la perrera (eventualmente) antes de que Opal suplique a su padre que no se deshaga del único amigo que tiene. (Mamá los abandonó cuando Opal tenía 3 años; no pudo soportar ser la esposa del predicador). Por el camino, Opal conoce a Otis, el chico de la tienda de animales que canta y toca la guitarra (y que estuvo en la cárcel por romperle la nariz a un policía cuando éste se metió con la guitarra de Otis), a la solitaria bibliotecaria Sra. Franny y a la vieja semiciega Gloria, que no es realmente una bruja.

La Sra. Fanny le da a Opal una lata de caramelos Litmus Lozenge, que solían fabricarse en el pueblo y que tienen un sabor dulce y triste, y es ese caramelo el que está masticando cuando se le ocurre hacer una fiesta para todos los amigos estrafalarios (y los pocos niños del pueblo también).

Durante la fiesta, hay una tormenta, Winn Dixie sale corriendo (le dan miedo las tormentas), y mientras están cantando después de haber renunciado a buscar, Winn Dixie está ladrando al ritmo de la melodía de fuera. Entra, se sacude y todos lo acarician, y Opal ahora tiene amigos... gracias a Winn Dixie.