La vida de Mia Owen, de diez años, da un vuelco cuando su familia decide abandonar Londres para gestionar una granja de leones en África. Cuando nace un hermoso león blanco, Charlie, Mia vuelve a encontrar la felicidad y desarrolla un vínculo especial con el cachorro que está creciendo.

Cuando Charlie se hace demasiado mayor para estar en la casa, el padre de Mia, John, decide colocar al león en crecimiento en un recinto alejado de todo contacto humano. Cuando el hermano de Mia, Mick, es herido por Charlie, los padres de Mia le prohíben interactuar con Charlie: si lo hace, lo venderán por dinero. Sin embargo, Mia desafía las instrucciones de su padre de no relacionarse con Charlie. Como represalia, su padre opta por vender a Charlie. Mia se sorprende al descubrir que la granja en la que vive vende leones para que los cazadores de trofeos los maten para ganar dinero. Decidida a salvar a Charlie de esta cruel práctica, atraviesa Sudáfrica con él con la intención de liberarlo en la reserva de caza de Timbavati, un refugio para los emblemáticos leones blancos.

Sin embargo, un cazador de tesoros llamado Dirk, que hace negocios con John, está decidido a convertir a Charlie en su próximo trofeo y atraviesa el país para conseguirlo. La familia de Mia también va tras ellos con la intención de impedir que el gobierno encarcele a Mia por albergar a un peligroso depredador.

Mia y Charlie llegan a la reserva de caza de Timbavati, donde Dirk y su compañero les tienden una emboscada. Charlie consigue atacar a Dirk y escapar con Mia. La familia de Mia y la policía descubren a Charlie y a Mia entrando en la Reserva de Caza; la policía intenta disparar a Charlie pero no puede hacerlo una vez que está a salvo en la reserva. Tiempo después, Mia y su familia vuelven a visitar la Reserva de Caza de Timbavati y se alegran al ver que Charlie se ha apareado con una leona y tiene una camada de cachorros.