Shannyn Sossamon interpreta a Victoria, una veinteañera tensa y presa del pánico que recibe una postal de su hermana, que está en París estudiando en la universidad. La postal dice: "Ven a París, te hará libre".

Vuela a París y su hermana es un verdadero espíritu libre, e insiste en que Victoria vaya a una fiesta esa noche aunque no haya dormido en dos días y sólo quiera descansar. La fiesta se celebra en el metro de París. Se explica que hace 200 años se quedaron sin lugares donde enterrar a los muertos en París, así que la ciudad trasladó 7 millones de cadáveres de su tumba a una mina de cal que se convirtió en 300 millas de laberinto subterráneo donde las paredes parecen estar hechas de cráneos.

Los amigos de la hermana parecen estar metidos en la muerte y les encanta asustar a la gente, así que organizan raves en diferentes zonas de los túneles para que la policía no sepa dónde están. Al entrar todos reciben una linterna y básicamente van a la fiesta. La fiesta está llena y como las paredes están hechas de huesos y calaveras el ruido no viaja. Victoria, que no bebe alcohol ni habla francés, lucha por conseguir agua en el bar, cuando el anfitrión de la fiesta le dice que no tiene que beber allí.

Victoria, su hermana y los amigos de su hermana van a una sala privada y el anfitrión les cuenta una historia sobre el culto a la virgen negra. El culto fue iniciado por personas que entraron en las catacumbas, pintaron de negro las estatuas de la virgen María, adoraron al diablo y mediante el incesto se esforzaron por dar a luz al anticristo. Dieron a luz a un niño, lo alimentaron sólo con carne cruda, lo mantuvieron encadenado a la pared usando un cráneo de cabra como máscara. Cuando el niño cumplió 18 años era un asesino enloquecido y, en esencia, el anticristo que esperaban. Hasta el día de hoy, se supone que vivía en las catacumbas matando a todos los que se cruzaban en su camino.

Después de contar la historia y de convencer a Victoria de que bebiera absenta, el pequeño grupo de unas 8 personas se trasladó a un estanque subterráneo de agua, Victoria fue la única que se negó a bañarse desnuda y todos se metieron con ella, así que los dejó atrás para intentar encontrar el camino de vuelta a la fiesta. Se pierde en el laberinto subterráneo y su hermana viene a buscarla. Mientras intentan encontrar el camino de vuelta a la fiesta, el asesino enmascarado de la cabra degüella a la hermana de Victoria.

Victoria pasa las siguientes 12 horas corriendo por los túneles tratando de escapar, siendo perseguida. Encuentra un hacha de pico y decide hacer frente golpeando a la cosa que la persigue. Momentos después su hermana entra con sus amigos. Su hermana había fingido su muerte pensando que una experiencia cercana a la muerte aflojaría a Victoria, las amigas se ríen y explican que son el culto de la virgen negra y que llevan a la gente a las catacumbas para asustarlos y que eran ellas las que llevaban la máscara. Se dan cuenta de que el anfitrión de la fiesta no está con ellos y empiezan a mirar alrededor mientras Victoria se sienta en el suelo, demasiado aturdida para hablar, y es entonces cuando ven al anfitrión muerto en el suelo. Victoria piensa en la oscuridad que fue el tipo de la máscara de cabra quien le atravesó el ojo con su hacha de pico. La hermana de Victoria empieza a gritarle diciéndole que la odia y que ojalá sus intentos de suicidio hubieran funcionado y dice que la muerte del anfitrión de la fiesta es culpa de Victoria.

Victoria se levanta y mata a su hermana y a todos sus amigos.

Luego sale de las catacumbas, cubierta de sangre, se sube a un taxi y pide que la lleven al aeropuerto.