La primera hora de la película sigue a un grupo de jóvenes revolucionarios que orquestan un elaborado plan que implica la colocación de bombas en toda la ciudad de París. En un flashback se revela que las bombas están hechas de una sustancia llamada semtex, que ha sido proporcionada a los jóvenes terroristas (todos ellos adolescentes o estudiantes universitarios) por Greg, el único adulto independiente del grupo. Su plan consiste en colocar bombas en coches, rascacielos y edificios gubernamentales, asesinar al director del HSBC Francia e incendiar el Jeanne d'Arc. Sarah, su novio David y Yacine se infiltran cada uno en la planta de un rascacielos para colocar una bomba, ayudados por Fred, un cómplice que trabaja como guardia de seguridad en los edificios objetivo. Mientras registra la planta de David, Fred encuentra y mata a tiros a un oficinista inocente que estaba atendiendo una llamada. Esto alerta a otro guardia de seguridad, que mata a Fred a pesar de sus llamamientos. David oye esto desde un pasillo vecino y corre, tirando su bomba sin haberla puesto.

Tras detonar las bombas a distancia, los jóvenes terroristas se reúnen en unos grandes almacenes situados en el corazón de París, con la intención de permanecer allí hasta la noche del día siguiente para escapar de la atención de las autoridades. El resto del grupo está formado por André, Samir, su hermana Sabrina y Mika, el más joven del grupo. Se esconden mientras el equipo de seguridad los registra en busca de rezagados. Uno de ellos, Omar, resulta ser otro cómplice de los terroristas. Le dice al grupo que ha atado y amordazado al resto del equipo de seguridad y que ha apagado todas las cámaras de seguridad (más tarde se revela que disparó y mató a los guardias). Para su consternación, el grupo se da cuenta de que dos de sus miembros han desaparecido: Fred y Greg. David les informa de la muerte de Fred, pero el destino de Greg, cuya tarea era asesinar al ejecutivo del banco, sigue siendo un misterio. El grupo pasa la noche en la tienda, comiendo comida del supermercado y robando ropa de las tiendas. Omar enciende algunos televisores en pantalla, lo que permite al grupo conocer el estado del mundo exterior. El pánico se ha extendido a medida que las autoridades buscan a los terroristas, y este conocimiento satisface al grupo. Sin embargo, siguen agitados, preocupados por si Greg ha sido capturado y coaccionado para revelar su paradero. David sale de la tienda para fumar. Se encuentra con un vagabundo al que le da pena y le invita a comer en el centro comercial, diciéndole que su padre es el dueño de la tienda y que le ha dejado a él y a unos amigos el control del local. El hombre se niega, diciendo que está esperando a su mujer, pero David insiste en dejar la puerta abierta, por si la pareja quiere entrar. En otra excursión al exterior, se encuentra con una ciclista, a la que pide información sobre el estado de las cosas en la ciudad. Ella le informa de que las autoridades siguen buscando a los autores de los atentados, que, según ella, "se veían venir", haciéndose eco de la inevitabilidad de algo que André le dijo a Sarah al principio de la película: "La civilización es una condición para la caída de la civilización".

Cuando David regresa, encuentra a sus compañeros renegados aún más al límite, participando ahora en actuaciones improvisadas y maquillándose entre ellos y a sí mismos. Mika tiene un sueño en el que Greg se acerca a él y le dice que se olvidó de esconder su pistola, lo que le expuso. Greg le dice que se suicidó en la calle y le pregunta si él habría hecho lo mismo antes de desaparecer, dejando un maniquí en su lugar, lo que inquieta mucho a Mika. Sarah grita cuando ve al vagabundo y a su mujer subiendo las escaleras mecánicas, habiendo aceptado David su oferta. David consuela al grupo, diciéndoles que no tienen nada que temer, y a regañadientes conceden el acceso a la tienda a la pareja de indigentes. David y Sarah se acuestan y, al encender la televisión, se entera de que las autoridades saben que los terroristas están escondidos en la tienda y se preparan para actuar. Le informa a André de este hecho con pánico, y le dicen que se abstenga de decírselo a los demás. Vuelve con Sarah, que está profundamente dormida. André coloca el resto del semtex contra unos pilares para utilizarlo como palanca cuando lleguen las autoridades. David acaba informando al resto del grupo de la llegada de las fuerzas y todos se esconden de nuevo en la tienda en previsión, muertos de miedo.

Un escuadrón de policías fuertemente armados irrumpe en la tienda, y los jóvenes intentan rendirse, levantando los brazos y pareciendo pasivos. La policía dispara sin piedad a todas las personas, incluida la pareja de indigentes. En rápida sucesión, todos los jóvenes miembros del equipo son abatidos a tiros, y sus intentos de negociar o declararse culpables fracasan sin excepción, dejando una cadena de cadáveres que adornan el suelo de la oscura tienda.