El escenario es la pequeña ciudad ficticia de Holt, en Colorado, donde Louis Waters, viudo, y Addie Moore, viuda, son vecinos desde hace décadas pero apenas se conocen. Una noche, Addie visita a Louis para sugerirle que pasen la noche juntos, sin sexo, para contrarrestar su soledad. Aunque Louis se muestra inicialmente algo reticente, pronto acepta y comienzan a pasar las tardes y noches en casa de Addie.

Al principio del verano, Gene, el hijo de Addie, deja a su hijo Jamie en casa de Addie, ya que su matrimonio se ha desmoronado. Jamie pasa todo el verano con Louis y Addie, que también adoptan un perro para Jamie. Al final del verano, Gene vuelve a recoger a Jamie y se enfrenta a Addie por su relación con Louis, que desaprueba debido al pasado amoroso de éste. Sin embargo, Addie se niega a romper la relación.

Tiempo después, Addie es hospitalizada tras una caída. Su hijo Gene intenta convencerla de que se vaya a vivir con él, a lo que Addie se niega inicialmente. Sin embargo, cuando recibe una angustiosa llamada telefónica de Jamie en mitad de la noche, lo reconsidera. Cuando ella y Louis llegan a la casa, encuentran a Gene borracho y éste confiesa que siempre ha creído que Addie le culpaba de la muerte de su hermana. Ella decide que la familia debe ser lo primero y decide mudarse con Gene y Jamie. Addie y Louis pasan su última noche juntos. Tanto ella como Louis vuelven a dormir solos. Louis envía un tren eléctrico para Jamie y un teléfono móvil para ella. Después de meterse en la cama, ella le llama y empiezan a hablar como viejos amigos.