Jack Bishop (Simon Baker) trabaja como agente de préstamos en Del Rio, Texas, y se ha vuelto a casar con Amaya Bishop (Paz Vega), viviendo con ella y su hija Toby Bishop (Chloë Grace Moretz) de su primer matrimonio. Toby es secuestrado por un autor desconocido, lo que lleva a la participación de la policía local y, finalmente, del FBI. El FBI comienza a indagar en el pasado de Jack sólo para descubrir que no tiene registros oficiales que se remonten a más de diez años, y que no hay pruebas que demuestren cómo murió su primera esposa o dónde fue enterrada.

En un principio se piensa que el culpable es un delincuente local de poca monta y delincuente sexual reincidente, pero se revela que el peligroso movimiento religioso de la Santa Muerte, popular en los círculos criminales mexicanos, podría estar implicado. La antigua vida de Jack como sicario de la mafia mexicana, adorador de la Santa Muerte, se revela mientras intenta desesperadamente averiguar quién secuestró a su hija. Más tarde nos enteramos de que Jack se llamaba realmente Roberto. Aunque nació en Oklahoma, su madre, adicta a las drogas, se lo llevó a México cuando era joven. Más tarde, ella murió y Roberto tuvo que buscarse la vida en las calles. Al final, se convirtió en un matón de la mafia mexicana. Se casó con una mujer llamada Katie y tuvieron un hijo, Toby. Jack se escapa del FBI en Texas y cruza la frontera hasta Acuña. Allí es acusado de asesinar a una prostituta que intentaba ayudarle a encontrar a Toby. Aunque no lo hizo, la policía mexicana lo detiene. Más tarde, Jack consigue escapar de la cárcel mexicana disfrazado. Todavía en Acuña, hace acto de presencia. Tal y como había planeado, atrae al asesino que le buscaba para que vaya a su hotel. Se pelean y Jack golpea al asesino, al que luego tortura para obtener información sobre el paradero de Toby. El asesino le dice a Jack que Toby fue secuestrado por Katie, la ex esposa de Jack/Roberto. Jack irrumpe en el burdel que Katie regenta ahora en Acuña y se enfrenta a Katie, que está furiosa porque Jack/Roberto la abandonó sin avisar y se llevó a Toby. Jack cree que Katie miente cuando dice que no sabe dónde está Toby y la asesina.

En el desenlace de la película, nos damos cuenta de que la verdadera secuestradora fue la nueva esposa de Jack, Amaya, con la ayuda de su primo, el sheriff de Del Río (que durante toda la película parecía que intentaba ayudar a Jack y que creía en su inocencia). Nos enteramos de que el flashback que hemos visto a lo largo de la película -de Jack/Roberto estrangulando a un hombre a instancias de Katie mientras ella mira encantada- tiene un nuevo significado. El hombre que Roberto estranguló era el padre de Amaya. Peor aún, Amaya estaba en la habitación con Roberto y Katie cuando estrangularon a su padre, escondida debajo de la cama. El padre de Amaya era un jugador degenerado que tenía una gran deuda con Katie y la mafia mexicana, y cuando no pudo pagar, Katie hizo que Roberto lo matara. Amaya fue testigo de todo esto. Nos damos cuenta de que entonces puso en marcha un elaborado plan para emigrar a Estados Unidos y casarse con Jack/Roberto para castigarlo por haber asesinado a su padre. Fueron Amaya y el sheriff quienes secuestraron a Toby. Amaya y el sheriff prenden fuego a la habitación en la que se encuentra Jack (la misma en la que mató al padre de Amaya hace muchos años). Pero Jack es capaz de ver que Toby está atada en la cama de la habitación. Consigue liberarla y salen ilesos del incendio.

El espectador piensa que este es el final de la película y que tiene un final feliz. Pero entonces nos enteramos, en un giro final, de la verdad. Amaya no secuestró realmente a Toby. Cuando Amaya le explicó a Toby quién era realmente su padre, Amaya pudo reclutar a Toby (utilizando la magia de la Santa Muerte) para que le ayudara a llevar a cabo una venganza aún peor contra Jack/Roberto. Amaya le dice a Toby que su padre matará a su madre (lo que de hecho ocurrió antes, cuando Jack fue engañado por el asesino al que torturó para que matara a Katie para encontrar a Toby). Amaya le dijo a Toby que la magia de la Santa Muerte le daría la fuerza para llevar a cabo una terrible venganza contra su padre por ese asesinato. Así que Amaya dejó escapar a Jack y a Toby a propósito. Su plan era que vivieran felices durante muchos años y que luego Toby matara a su padre. En la escena final, vemos a Jack y Toby huyendo hacia el interior de México en un viejo autobús. Mientras se sientan y ven pasar el campo, oímos a Toby recitar el mismo canto de Santa Muerta para obtener poder que otros (incluido Jack) dijeron a lo largo de la película.