Maggie Carpenter (Julia Roberts) es una joven enérgica y atractiva que ha tenido varias relaciones infructuosas. Maggie, nerviosa por casarse, ha dejado un rastro de prometidos esperándola en el altar el día de su boda. Todos ellos han sido grabados, lo que le ha valido a Maggie la fama de los tabloides y el dudoso apodo de "La novia fugitiva".

Mientras tanto, en Nueva York, el columnista Homer Eisenhower Graham o "Ike" (Richard Gere), escribe un artículo sobre ella que contiene varios errores de hecho, suministrados por un hombre que conoce en un bar y del que Ike se entera más tarde que era uno de los antiguos prometidos de Maggie. Ike es despedido por no verificar su fuente, pero es invitado a escribir un artículo en profundidad sobre Maggie en un intento de restaurar su reputación. Viaja a Hale, Maryland, donde encuentra a Maggie viviendo con su familia y en su cuarto intento de casarse. El cuarto aspirante a novio, Bob Kelly (Christopher Meloni), es un entrenador de fútbol del instituto local que utiliza analogías deportivas para ayudar a Maggie con sus preocupaciones. Constantemente hace referencias a que Maggie "se centra" en la línea de gol en referencia a sus nupcias pendientes. Cuando Ike empieza a recorrer la ciudad para conocer a sus amigos, familiares y antiguos prometidos, Maggie se siente frustrada. Maggie le ofrece a Ike la oportunidad de pasar tiempo con ella, de ver que no es una mala persona, que ella y Bob realmente funcionarán. Ike y Maggie se hacen más cercanos cuanto más tiempo pasan juntos.

Mientras investiga la historia de Maggie, Ike se da cuenta de que ésta adopta los intereses de sus prometidos. Esto se manifiesta sobre todo en su elección de huevos, que cambia con cada prometido. En una celebración previa a la boda de ella y Bob, Ike defiende a Maggie de las burlas públicas que empieza a recibir de su familia e invitados, y Maggie sale corriendo debido a la vergüenza. Ike entonces se enfrenta a Maggie fuera de la casa sobre su comprensión respecto a sus relaciones.

Durante el ensayo de la boda, Bob intenta calmar la ansiedad de Maggie por la boda acompañándola al altar. Bob le pide a Ike que le sustituya en el altar, haciendo de novio. Después de que Bob la lleve al altar, Ike y Maggie comparten un apasionado beso y admiten sus sentimientos. Bob se siente contrariado, se pone celoso y le da un puñetazo a Ike en la cara antes de salir furioso de la iglesia. Después, Ike le propone a Maggie y a él que se casen, ya que la boda está arreglada. En la boda, Ike sigue el consejo de Bob y mantiene el contacto visual con Maggie para tranquilizarla mientras camina hacia el altar. Sin embargo, el flash de una cámara rompe su concentración y Maggie se acobarda de repente y huye. Ike la persigue pero ella se escapa en un camión de FedEx.

Ike regresa a Nueva York y Maggie intenta descubrirse a sí misma, probando diferentes tipos de huevos y poniendo a la venta sus diseños de iluminación en las tiendas de Nueva York. Una noche aparece inesperadamente en el apartamento de Ike, que la encuentra haciéndose amiga de su gato, Italics. Maggie le explica entonces que había estado huyendo porque todos los demás hombres con los que estaba comprometida sólo se comprometían con la idea que ella había creado para ellos y no con la persona real, pero que con Ike huyó porque, aunque él la entendía de verdad, ella no se entendía a sí misma. Ella "entrega" sus zapatillas de correr justo antes de pedirle matrimonio a Ike. Ike oculta sus ojos, pero ella insiste. Los dos se casan en una ceremonia privada al aire libre, en una colina, evitando las grandes ceremonias que, según Maggie, nunca le han gustado. Al final, se les muestra alejándose a caballo mientras todo el mundo en Hale y Nueva York (informado por teléfono móvil por Ike y la familia de Maggie) celebra el hecho de que Maggie finalmente se ha casado.

Una escena posterior a los créditos muestra a Maggie y a Ike jugando en la nieve, lo que significa que la relación sigue siendo sólida después de la boda.