En una tienda a primera hora de la mañana, Juan (Gastón Pauls), un estafador, estafa con éxito a una cajera, pero es atrapado cuando intenta la misma estafa a otra cajera de la misma tienda. Marcos (Ricardo Darín), que ha estado observando a Juan, se hace pasar por policía y se lleva a Juan. Una vez que están lo suficientemente lejos de la tienda, Marcos revela que es un compañero de estafa cuyo socio ha desaparecido recientemente. Le pide a Juan que pruebe a ser su socio por un día, un acuerdo al que Juan accede porque su padre, que también es un estafador, está en la cárcel y necesita reunir 70.000 dólares rápidamente para sobornar a un juez.

Más tarde, ese mismo día, surge la oportunidad de participar en un elaborado y potencialmente lucrativo plan cuando Sandler (Óscar Núñez), un antiguo socio de Marcos, se pone en contacto con éste para pedirle ayuda en la venta de una hoja falsificada de unos raros sellos que ha fabricado (las "nueve reinas" del título). El posible blanco es Gandolfo (Ignasi Abadal), un español rico, corrupto y coleccionista de sellos que se aloja en el hotel donde casualmente trabaja la hermana de Marcos, Valeria (Leticia Brédice), mientras espera ser deportado al día siguiente. Como no hay tiempo para comprobar adecuadamente si los sellos son auténticos, Gandolfo contrata a un experto (Leo Dyzen) para que vaya a su habitación y haga una comprobación rápida, y queda satisfecho por la confirmación que recibe. Ofrece 450.000 dólares por los sellos, y el intercambio tendrá lugar esa misma noche. Fuera del hotel, el experto en sellos dice que sabía que los sellos eran falsos y exige a Juan y a Marcos que le paguen por decir que son auténticos. Los sellos falsos son robados de las manos de Juan y Marcos por unos ladrones en moto que, sin saber su valor, los tiran a un río.

Para salvar el plan, Marcos y Juan se dirigen a la hermana viuda de Sandler, Berta (Elsa Berenguer), ya que es la propietaria de los sellos auténticos, que acepta vender por 250.000 dólares. Marcos dice que puede poner 200.000 dólares y pide a Juan que aporte los 50.000 restantes. El hecho de que Marcos necesite la cantidad exacta de dinero que sabe que Juan ha podido ahorrar hasta ahora para ayudar a su padre (Ricardo Díaz Mourelle) hace que Juan desconfíe, pero, después de visitar a su padre en la cárcel, acaba aceptando el acuerdo.

Marcos y Juan compran los sellos reales y vuelven al hotel, donde, tras descubrir que Valeria es la hermana de Marcos, Gandolfo dice que ha cambiado de opinión y que ahora sólo comprará los sellos si también consigue tener algo con Valeria. Dice que su precio para hacerlo es que Marcos debe confesar al hermano menor de ambos, Federico (Tomás Fonzi), que Marcos engañó tanto a Valeria como a él en su herencia familiar. Después de hacerlo, Valeria pasa la noche con Gandolfo, que a la mañana siguiente paga los sellos con un cheque certificado. Juan y Marcos se apresuran a ir al banco, sólo para ver una multitud afuera y enterarse de que el banco ha quebrado debido a un fraude de la gerencia, lo que hace que el cheque no tenga valor. Juan, desilusionado, se marcha, mientras que Marcos se queda para ver si puede encontrar una forma de conseguir el dinero.

En la escena final, Juan llega a un almacén, donde saluda a los ladrones de motos, Gandolfo, Sandler, Berta y Valeria, que es la novia de Juan, revelando que el verdadero timo era estafar a Marcos 200.000 dólares como venganza por todas las veces que engañó a su familia y a sus socios.