El agente del Servicio Secreto, Mike Banning, ha estado sufriendo muchos problemas médicos debido a su último par de heroicidades para salvar el país. Para aumentar la presión, el presidente Alan Trumbull le ofrece a Mike el puesto de Director del Servicio Secreto. Durante un viaje de pesca, un ataque con drones casi mata a Trumbull hasta que Mike lo salva. Mike es incriminado por el ataque debido a que su ADN se puso en la furgoneta utilizada para el ataque.

Mientras están bajo custodia, los miembros de un grupo paramilitar llamado Salient Global intentan detener a Mike, ya que ellos y su CEO, Wade Jennings, fueron los verdaderos autores intelectuales de los ataques, junto con el vicepresidente Martin Kirby. El plan era comenzar una guerra con Rusia alegando su participación con Mike en el ataque, lo que permitiría a Salient obtener múltiples contratos y clientes. Mike se ve obligado a formar un equipo con su padre Clay para matarlos y proteger a su esposa e hija.

Finalmente, Mike regresa al hospital de Trumbull para explicar su inocencia. Jennings y sus hombres intentan volar el hospital para acabar con Trumbull, pero Mike ayuda a los otros agentes a evacuar el hospital y protegerlo. Los agentes destacados son asesinados o arrestados antes de que Mike pelee contra Jennings y lo apuñale mortalmente.

Mike es reivindicado y Kirby es arrestado. Clay se queda con Mike y su familia.

Mike finalmente acepta el puesto de Director.