Jae-hyeok es un hombre de mediana edad que trabaja en la central eléctrica local, que es lo único que proporciona energía a la ciudad, y el proveedor de la mayoría de los puestos de trabajo. Jae-hyeok vive con su madre, su cuñada y su sobrino Min-jae. Jae-hyeok desea dejar atrás el pueblo y la planta y trabajar en un barco pesquero para ganar dinero para su familia, pero todos sus conocidos le desaniman.

Pyeong-seok es un miembro de la planta, que intenta que el presidente cierre la planta, pero éste desestima las reclamaciones diciendo que no pasará nada. Una noche, los animales del pueblo corren misteriosamente hacia el agua.

Al día siguiente, mientras Jae-hyeok está trabajando, un terremoto sacude la ciudad y hace que uno de los reactores nucleares se sobrecaliente. Los intentos de enfriarlo son fallidos, ya que el agua no hace nada por detenerlo. Durante un intento de salir, todo el sótano se derrumba, matando a la mayoría de la tripulación. Jae-hyeok es uno de los pocos que consigue salir y sigue poniendo a la gente a salvo, hasta que sufre un colapso por la radiación nuclear. Mientras tanto, el presidente y su gobierno debaten sobre permitir que el reactor ventile partículas radiactivas en el aire para aliviar la presión del núcleo. El presidente insiste en evacuar primero al menos a los más cercanos al reactor. El tiro sale por la culata cuando la chimenea del reactor explota por la presión, provocando una fusión nuclear total.

Mientras tanto, el KCDC pone en cuarentena a los residentes de la ciudad no muy lejos del reactor. Después de que la novia de Jae-hyeok, Yeon-joo, consigue pruebas de que el reactor ha explotado y da la noticia, el KCDC encierra a los residentes de la ciudad en el centro de evacuación y coloca un bloqueador de internet. Dejando sus teléfonos inútiles. Yeon-joo corre la voz y más tarde los residentes consiguen salir y volver a los autobuses para seguir evacuando. De vuelta al hospital local, la situación se vuelve más tensa a medida que la situación de Jae-hyeok empeora y el equipo médico se queda sin suministros médicos. El reactor no se enfría y la única opción es enviar un equipo para volar el suelo de las barras de combustible gastado y crear un nuevo contenedor en el tanque de abajo.

Jae-hyeok acepta la misión de rescate y llama a una angustiada Yeon-joo antes de subir a un autobús de vuelta al pueblo. Jae-hyeok recuerda los tiempos de su infancia antes del desastre nuclear, antes de llegar a la planta. Ahora, la única forma de evitar que el desastre irradie todo el país es destruir la propia planta. Jae-hyeok acude de buen grado, tras haber estado expuesto a demasiada radiación. Habiendo perdido a su padre y a su hermano por envenenamiento por radiación, sabe que va a morir pronto y elige volver a la radiación para salvar a su familia. Sin embargo, deja a los demás fuera de la sala principal, eligiendo sacrificarse para detener el desastre. Aprovecha sus últimos momentos para transmitir un mensaje de despedida a su familia y a Yeon-joo antes de hacer explotar la planta, suicidándose en el proceso.