Final de Pasiones secretas
(2002)
Final de Pasiones secretas (2002)
"La fábula deliciosamente retorcida se centra en dos mujeres sin dinero, pero muy bien formada, que se propusieron mejorar su posición social mediante la manipulación de los hombres."
Título original: Choses secrètes
Sinopsis
Una noche, al acabar su turno, Sandrine es despedida del local de striptease donde trabajaba como camarera, justo en el mismo momento que también despiden a Nathalie, una de las stripper. Las dos jóvenes no tardan en congeniar y en compartir confidencias y Nathalie, de cáracter frío y perverso, enseñará a Sandrine, mucho más cándida y cálida, a utilizar su sexualidad para obtener todo lo que se le antoje. Para probar sus teorías, Nathalie hará que ambas sean contratadas por una gran empresa donde trabaja Christophe, el enigmático y atractivo hijo del propietario, al cual pretenden conquistar.
Jean-Claude Brisseau
Director
Jean-Claude Brisseau
Escritor
Jean-François Geneix
Productor
Reparto principal

Coralie Revel

Sabrina Seyvecou

Roger Miremont

Fabrice Deville

Blandine Bury

Olivier Soler
Como acaba Pasiones secretas
Dos chicas parisinas, Nathalie (Revel), una stripper en un bar, y Sandrine (Seyvecou), una camarera, conspiran para ascender en la escala social de París cuando empiezan a vivir juntas.
El dueño del club le da un ultimátum a Sandrine para que se acueste con un cliente de pago. Nathalie, tras terminar su turno, defiende y disuade a Sandrine de aceptar la oferta, y ambas chicas son despedidas. Sandrine, tras retrasarse en el pago del alquiler, está segura de que el casero la echará, sobre todo porque está en paro, pero Nathalie se ofrece a compartir su apartamento con Sandrine durante un tiempo.
Las chicas deciden ascender en la escala empresarial aprovechando su atractivo sexual y consiguen trabajo como secretarias en una corporación bancaria. Sandrine es enviada a la sede central y Nathalie al departamento de recursos humanos. Su objetivo es seducir a sus jefes y conseguir un ascenso, algo que Sandrine consigue con el cofundador Monsieur Delacroix tras convertirse en su secretaria, pero mucha ambigüedad rodea a Nathalie.
Christophe, el hijo del director general y futuro heredero de la corporación bancaria, es muy guapo y el objetivo final de ambas chicas para seducir, pero su reputación es devastadora. Tras haber pasado por muchas mujeres, Christophe es despiadado y aparentemente carente de emociones, pero tiene la capacidad de seducir a cualquier mujer y hacer que se enamore perdidamente de él. Esto hizo que anteriores romances terminaran con su suicidio. Sin embargo, Sandrine sigue empeñada en conquistarlo incluso después de recibir una advertencia de Nathalie.
Con el tiempo, Sandrine, a través del absentismo y la reducción de la atención hacia Delacroix, le convence para que Nathalie sea trasladada a su despacho como secretaria adjunta de Sandrine, ya que se siente sobrecargada de trabajo. El resultado es un trío esa noche en el despacho que Christophe y su hermana interrumpen. Tras ser disciplinado de forma encubierta, Delacroix conservará su cargo y seguirá trabajando en la empresa, pero, oficialmente, sobre el papel (al que sólo Christophe tiene acceso) ha sido despedido.
Tras la situación, Christophe lleva a Nathalie y Sandrine a un restaurante privado, donde se revela que Nathalie ha sido la amante secreta de Christophe mientras las chicas trabajaban en el banco. Después de hacer alarde de su riqueza, Christophe revela su plan: casarse con Sandrine con una boda formal para convencer a su padre moribundo de que es un hombre reformado y así conseguirá el control total de la empresa. Sandrine se divorciará después con un buen acuerdo. Nathalie, enfurecida por la situación, no se resiste con la esperanza de que Christophe la ame, e incluso obedece su orden de que ella y Sandrine vayan a los lavabos y comiencen a tener sexo antes de esperar a que Christophe lo convierta en un trío.
Más tarde, Sandrine es invitada al castillo de Christophe para cenar con él y su hermana en un trío incestuoso. La velada es interrumpida por Nathalie, que sigue creyendo ciegamente que Christophe la ama en el fondo. Después de que Christophe la rechace y le lance una piedra, Nathalie sucumbe a la locura. La boda se celebra más tarde y, durante la noche de bodas, Sandrine y Christophe pasean juntos por su château mientras se produce una orgía. Los guardias la escoltan al sótano al enterarse de que el padre de Christophe ha muerto y le ha dejado toda la corporación. Allí, los invitados la violan en grupo mientras Christophe y su hermana mantienen relaciones sexuales.
Más tarde, cuando los acontecimientos se han calmado, Sandrine es arrojada frente a la puerta principal y Christophe le dice que el divorcio puede durar varias semanas. Nathalie aparece con un bidón lleno de gasolina que se echa encima y sostiene un mechero en el aire. Christophe la despide, pero Nathalie, enfurecida, le dispara varias veces. Ella es encarcelada y Sandrine se convierte en la heredera de la empresa. Años más tarde, cuando Sandrine entra en su limusina por las calles de París, reconoce a Nathalie, que desde entonces se ha casado con el guardia de la cárcel y ha tenido un hijo. Nathalie y Sandrine se acercan y se besan en la mejilla.