Final de Perfect sense
(2011)
Final de Perfect sense (2011)
"Sin amor no hay nada"
Título original: Perfect Sense
Sinopsis
En Glasgow, Escocia, mientras una misteriosa pandemia comienza a extenderse por todo el mundo, Susan, una brillante epidemióloga, se enamora de Michael, un hábil cocinero.
David Mackenzie
Director
Max Richter
Compositor
Giles Nuttgens
Fotógrafo
Gillian Berrie
Productor
Reparto principal

Ewan McGregor

Eva Green

Ewen Bremner

Stephen Dillane

Denis Lawson

Anamaria Marinca
Como acaba Perfect sense
Una epidemia comienza a extenderse por todo el mundo, haciendo que la humanidad pierda sus percepciones sensoriales una a una. La historia se centra en dos personas: Susan, que forma parte de un equipo de epidemiólogos que intentan encontrar las causas de la enfermedad, y Michael, un chef que trabaja en un concurrido restaurante situado junto al piso de Susan. Ambos se conocen a medida que avanza la epidemia, una relación que pronto se convierte en amor.
Los humanos comienzan a perder sus sentidos de uno en uno. Cada pérdida va precedida de un estallido de un sentimiento o impulso intenso. En primer lugar, las personas comienzan a sufrir ataques incontrolables de llanto, a los que pronto sigue la pérdida del sentido del olfato. Un brote de pánico y ansiedad irracional, seguido de un ataque de glotonería frenética, precede a la pérdida del sentido del gusto. La película muestra a las personas tratando de adaptarse a cada pérdida y tratando de seguir viviendo lo mejor posible, redescubriendo sus sentidos restantes mientras lo hacen. Michael y sus compañeros de trabajo hacen todo lo posible por cocinar alimentos para personas que no pueden oler ni saborear.
La pérdida de la audición es la siguiente y va acompañada de un brote de ira y rabia extremas. Michael lo experimenta primero y abusa verbalmente de Susan, que huye atemorizada, perdiendo su propia audición poco después. A pesar de saber que fue la enfermedad la que provocó el arrebato, Susan no puede volver a enfrentarse a Michael. La gente lucha por adaptarse y seguir viviendo. Un día, todos los habitantes de la Tierra experimentan repentinamente un sentimiento de euforia alegre. Susan se da cuenta de que perdona y sigue amando a Michael y se apresura a ir a su trabajo. Los dos se encuentran y se abrazan justo cuando ellos, y el resto del mundo, se quedan ciegos.