Víctor Peñaranda y otros dos hombres torturan a un hombre conocido como "El Mellizo" para recuperar el dinero robado a "El Orejón", líder del hampa de Cali. Don Pablo, intermediario de "El Orejón" y los matones, ordena buscar el dinero por la casa. Peñaranda encuentra el dinero y decide robarlo, alegando que no encontró dinero dentro de la casa.

Mientras tanto, "El Orejón" asiste al funeral de su ahijado William Medina. Devoto de la brujería, "El Orejón" contrata a la bruja Iris para que lance una maldición al asesino de Medina. Como Don Pablo no encuentra el dinero, "El Orejón" llama a Silvio Sierra para que le ayude en la tarea. Sierra empareja a Peñaranda con Eusebio Benítez para completar la misión y se alojan en una habitación de hotel compartida. Mientras esperan instrucciones, Benítez mantiene relaciones sexuales con una mujer y Peñaranda responde inesperadamente a la llamada de un hombre que exige conocer el paradero de una mujer llamada Adela. Más tarde, se reúnen con Sierra y acuden al funeral de la primera "Gemela", esperando encontrar a la otra "Gemela". El "Gemelo" no aparece, y Don Pablo sospecha que Peñaranda tiene el dinero. Peñaranda lo niega y trata de llamar a su mujer en secreto para utilizar el dinero robado y huir de Colombia con ella y su hija.

Benítez empieza a sufrir pesadillas por la maldición que le ha echado la bruja Iris, mientras él, Peñaranda y Sierra encuentran al otro "Gemelo". El "Gemelo" escapa pero capturan e interrogan a su abogado. Como éste dice que uno de los asesinos que ha matado al primer "Gemelo" podría haber robado el dinero, Sierra asesina al abogado y lo arroja a un río. Mientras tanto, Benítez es aconsejado sobre la maldición por un amigo, que le recomienda quitar un objeto de la mano derecha del muerto.

Peñaranda es invitado a una conversación con Don Pablo en una cafetería. Sin embargo, Don Pablo no llega y Peñaranda lee en un periódico que sus amigos fueron asesinados e intenta sin éxito llamar a su mujer para comunicárselo. Mientras "El Orejón" duda de los efectos de la maldición de Iris, Benítez sufre sus efectos. Peñaranda intenta llamar a su mujer para que huya con el dinero, pero ella no quiere verlo tras descubrir el origen del dinero. "El Orejón" interroga a Benítez, que asegura no saber nada del asesinato de Medina y si Peñaranda robó el dinero. El líder del hampa se ríe y demuestra su poder matando a un hombre al azar en medio de una plaza.

Peñaranda intenta escapar solo con el dinero pero llegan Sierra y Benítez; mientras este último se encierra en el baño, Sierra le dice a Peñaranda que "El Orejón" le ordenó a Peñaranda matar a Benítez. Esa misma noche, Benítez va al cementerio y cumple con lo recomendado por su amigo. Al otro día, Sierra les dice a Peñaranda y a Benítez que el otro "Mellizo" fue capturado. Sierra también responde a la llamada del hombre que busca a Adela y dice que fue asesinada. Mientras los tres hombres van a una fábrica de arena, Sierra les dice a Peñaranda y Benítez que Don Pablo había muerto el día anterior.

En la fábrica de arena, el "Mellizo" afirma rotundamente que Peñaranda mató a su hermano y robó el dinero, pero Peñaranda lo niega. Ante la duda, "El Orejón" ordena a Peñaranda que descuartice vivo al "Mellizo" con una motosierra. Cuando Peñaranda mata al "Mellizo", "El Orejón" llega a la conclusión de que Peñaranda está realmente con el dinero y le amenaza diciendo que matará a su mujer y a su hija si no recupera el dinero en dos horas. Mientras "El Orejón" abandona el lugar, Sierra ordena a Peñaranda que mate a Benítez. Sin embargo, Benítez golpea a Sierra, mientras Peñaranda mata a uno de los guardaespaldas de "El Orejón". Cuando Peñaranda se dispone a matar a Benítez, éste le pide un compromiso para que maten juntos a "El Orejón". Una vez que consiguen matar a "El Orejón", Peñaranda abandona a Benítez y llega al hotel, matando a un policía y al gerente del hotel. Sin embargo, es golpeado hasta la muerte por el fornido loco que buscaba a Adela; este hombre demencial a su vez es asesinado por Benítez, quien huyó con el dinero pero muere atormentado por la maldición.