Pierre vive una vida despreocupada con su madre viuda en un castillo de Normandía, escribiendo su segunda novela y yendo en la vieja moto de su padre a dormir con su prometida Lucie en el castillo de sus padres. En un bar ve a su primo corredor de bolsa Thibault, que le dice que siempre puede quedarse en su apartamento de París, pero se pregunta por qué le sigue una joven vagabunda. Cuando Pierre se vuelve para mirar, la mujer huye.

Una noche su madre le dice que ha concertado una cita para el matrimonio y que debe decírselo a Lucie. Mientras conduce por el bosque, se inquieta al ver a la vagabunda, que es como una figura en sus sueños. Ella huye, pero él la alcanza. Ella le dice, con un fuerte acento de Europa del Este, que es su hermanastra Isabelle y le cuenta su infeliz vida.

Abandonando su casa, a su madre y a su prometida, Pierre se lleva a Isabelle a París y va al piso de Thibault, que le echa. Reducido a un hotel barato, se pone a trabajar en su novela. Tras varios contratiempos, él e Isabelle se hunden en una casa ocupada, donde se convierten en amantes. Para promocionar su novela, aparece imprudentemente en la televisión, donde el público del estudio le abuchea. Abandonando su casa y su familia, Lucie viene a buscarlo y se une a ellos en la casa ocupada, después de que Pierre le mienta que Isabelle no es más que una hermana y le mienta a Isabelle que Lucie es sólo una prima.

Al recibir una nota de rechazo de su libro, se vuelve loco. Al encontrar dos pistolas escondidas en la casa ocupada, se dirige a matar al editor. Al ver a Thibault en la calle, lo mata a tiros. Isabelle y Lucie le han seguido y ven cómo le arrestan. Desesperada por perderlo, Isabelle se arroja delante de un coche.