Holly y Gerry son un matrimonio que vive en el Lower East Side de Manhattan. Están profundamente enamorados aunque se pelean de vez en cuando. Un invierno, Gerry muere de un tumor cerebral, y Holly se da cuenta de lo mucho que significaba para ella, así como de lo insignificantes que eran sus discusiones y diferencias.

Profundamente angustiada, Holly se aleja de su familia y de sus amigos por el dolor, hasta que éstos se abalanzan sobre ella el día de su 30º cumpleaños. No quiere vivir más sin él. Están decididos a empujar a la joven viuda a enfrentarse al futuro y a explorar cuáles deben ser sus opciones de vida. Mientras se reúnen en torno a Holly y le ayudan a organizar su apartamento, le entregan una tarta con un mensaje de Gerry. Resulta ser el primero de varios mensajes significativos -todos terminan en "Posdata: te quiero"- que él había dispuesto que se le entregaran después de su muerte.

A medida que pasan las estaciones, cada nuevo mensaje la llena de ánimo y la envía a una nueva aventura. La madre de Holly dice que las cartas de Gerry mantienen a Holly atada al pasado. Pero, de hecho, la empujan hacia el futuro. Con las palabras de Gerry como guía, Holly se embarca lentamente en un viaje de redescubrimiento.

Gerry organiza un viaje de Holly y sus amigas Denise y Sharon a su tierra natal, Irlanda. Llegan a su destino, una casa en la hermosa campiña irlandesa donde encuentran cartas de Gerry para Sharon y Denise, una de las cuales pide a Denise que lleve a Holly a su pub favorito. Allí conocen a William, un cantante que recuerda mucho a Holly a su difunto marido. Le pide que se quede a verlo después de su última canción ("Galway Girl"), que le dedica a ella. Al escucharla, a ella le invade la emoción y se marcha, porque era la canción que Gerry le cantaba poco después de conocerse.

Durante las vacaciones, en una excursión de pesca, pierden los remos del barco, dejando a las tres mujeres varadas en medio de un lago. Durante la espera de ayuda, Sharon anuncia que está embarazada y Denise revela que se va a casar. Esta noticia hace que Holly sufra una recaída emocional y vuelva a encerrarse en sí misma. Finalmente son rescatadas por William, a quien Sharon y Denise invitan a pasar la noche debido a la intensa lluvia.

Incapaces de negar lo que sienten el uno por el otro, William y Holly se besan y tienen sexo. Comienzan a conversar sobre el difunto marido de ella y Holly le pide a William que la lleve a visitar a sus suegros. Al revelar Holly sus nombres, William se da cuenta de que es la viuda de su mejor amigo de la infancia. Al revelar esto a Holly, ésta entra en pánico, pero William la calma y comienza a contar historias sobre su infancia y la de Gerry. Al día siguiente, Holly visita a los padres de Gerry y, mientras está allí, recibe otra carta de Gerry que le recuerda su primer encuentro.

Al llegar a casa, Holly vuelve a alejarse de su familia y amigos. Mientras continúa perdiéndose, se inspira en Gerry tras encontrar uno de sus clips de liguero junto a uno de sus zapatos y se da cuenta de que tiene un don para diseñar zapatos de mujer; se inscribe en una clase que enseña cómo hacer realmente los zapatos que ha diseñado. La nueva confianza en sí misma le permite salir de su soledad y abrazar de verdad la felicidad de sus amigos.

Durante un paseo con su madre, se entera de que fue a ella a quien Gerry pidió que le entregara sus cartas después de su muerte. Su madre le entrega la última carta y ella se la lleva a casa, donde recibe un mensaje de voz de Daniel pidiéndole que olvide todo lo que le dijo sobre que no la quería. Se encuentra con él en el estadio de los Yankees y le pide que lea la última carta de Gerry, que le dice que no se aleje de un nuevo amor. Daniel y Holly se besan pero deciden que están mejor como amigos.

Cuando la película termina con Holly llevando a su madre de viaje a Irlanda, Holly se ha abierto al viaje que comienza con el siguiente capítulo de su vida, y dondequiera que la lleve tiene la esperanza de volver a enamorarse. Por casualidad, conoce a William, que le expresa su deseo de volver a verla.