Dave Robicheaux, antiguo detective de la policía y veterano de Vietnam en Nueva Orleans y alcohólico en recuperación, lleva una vida tranquila en los pantanos de Luisiana con su esposa Annie. La tranquilidad de la pareja se rompe un día cuando el avión de un contrabandista de drogas se estrella en un lago, ante sus ojos.

Robicheaux consigue rescatar a una única superviviente que se ahoga, una joven salvadoreña, a la que Annie sube rápidamente a la embarcación para administrarle el boca a boca tapando los orificios nasales de la niña con su mejilla derecha mientras respira en sus vías respiratorias. Con la llegada de un agente de la DEA llamado Dautrieve y una conexión inherente a Bubba Rocque, el principal capo de la droga de la zona y viejo amigo de Robicheaux de Nueva Iberia, Dave se involucra en la resolución del caso y, en consecuencia, se encuentra a sí mismo, a su mujer y a su nueva hija adoptiva Alafair en peligro.

Robicheaux es asaltado por dos matones como advertencia. Con la ayuda de su antigua novia Robin, una bailarina exótica que aún siente algo por él, sigue investigando. Su viejo conocido Bubba niega estar implicado, pero Dave les advierte a él y a la sensual esposa de Bubba, Claudette, que va a descubrir quién está detrás de todo esto y va a hacer algo al respecto. Localiza a uno de los hombres que le atacaron, Eddie Keats, y le abre la cabeza con un taco de billar en el propio bar de Keat. Los asesinos acuden a la casa de Robicheaux una noche a última hora. Robicheaux es incapaz de evitar que maten a su esposa Annie. Se desentiende y descuida a la joven que han adoptado. Robin viene a quedarse con ellos.

Para aclarar sus ideas, Robicheaux busca venganza contra los tres asesinos. Primero persigue a un hombre grande llamado Toot, persiguiéndolo hasta un tranvía y provocando su muerte. Bubba y Claudette aseguran a un jefe de la mafia local llamado Giancano que no dejarán que esta venganza se les vaya de las manos, y Bubba se enzarza en una pelea a puñetazos con Robicheaux, sospechando falsamente que tiene una aventura con Claudette. Eddie Keats es encontrado muerto antes de que Robicheaux pueda llegar a él. Al ir tras el último y más peligroso de los asesinos, Victor Romero, sabe que alguien más debe estar dándoles órdenes.

Encuentra a Romero y lo mata. Luego, al ir a la casa de Bubba, Robicheaux descubre que es Claudette quien planeó el golpe. Tras escuchar a Claudette confesando su plan para hacerse con el negocio de la droga, Bubba aparece y dispara a Claudette, y Robicheaux denuncia el crimen. Cuando vuelve a casa, Robin se ha ido para siempre, y lo único que le queda a Robicheaux en su vida es su hija Alafair.