Próximo a su regreso definitivo a Argentina, Perón comienza a grabar en cintas sus memorias del exilio. Comienza con el bombardeo de la Plaza de Mayo y el golpe militar de la Revolución Libertadora contra él, que provocó su salida del país. En Panamá conoce a la bailarina argentina María Estela Martínez, que se queda con él. Finalmente se instaló en España, y se hizo amigo de su médico y de una sastra llamada Sofía que no lo reconoció. A pesar de su lejanía del país, se mantuvo informado de todos los acontecimientos políticos en curso, y varias figuras políticas argentinas lo visitaron.

José López Rega comenzó a trabajar en la casa, y se convirtió en una figura influyente sobre Isabel. Perón hizo un intento de regresar a Argentina dando pistas de que lo haría a través de Paraguay y volando en cambio a Brasil; pero los militares brasileños le obligaron a volver a España. Perón reveló su identidad a Sofía antes de emprender el vuelo, lo que redefinió su relación desde entonces. La crisis política en Argentina se agravó, y el presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse aceptó finalmente levantar la proscripción del peronismo y permitir el regreso de Perón. Perón grabó sus memorias del exilio para Sofía, y su última cinta terminó con el tango "Volver".