La película comienza en los Premios de la Academia de 1937, donde la esposa de Biberman, Gale Sondergaard (Greta Scacchi), gana el primer Oscar a la "Mejor Actriz de Reparto" de la historia. Aunque el sentimiento antifascista de su discurso de aceptación hace que algunos observadores la califiquen de "comunista", ella y Biberman (Jeff Goldblum) son contratados por Warner Bros.

Al principio, Biberman es objeto de escrutinio más por su origen judío que por sus actividades políticas. Sin embargo, con el aumento de la paranoia de la Guerra Fría, un grupo de directores y actores de Hollywood -Biberman, Sondergaard, Danny Kaye y Dalton Trumbo, entre otros- son tachados de comunistas e interrogados ante el Congreso. Tras negarse a testificar contra sus colegas, es encarcelado en la Institución Correccional Federal de Texarkana durante un periodo de seis meses. Una vez liberado, descubre que su carrera en Hollywood está acabada.

Sondergaard sugiere a su marido que dirija un guión sobre la huelga real de 1950-51 de los mineros mexicano-americanos contra la Empire Zinc Company de Bayard, Nuevo México, escrito por Michael Wilson, también víctima de la lista negra y hermano de Biberman. Considera que el papel protagonista de Esperanza Quintero, que reunió a las esposas de los mineros desempleados y las instó a apoyar a sus maridos, es una forma ideal de impulsar su estancada carrera. Biberman está de acuerdo, pero tras reunirse con las personas que participaron en la huelga y dejarse inspirar por su pasión, decide que todos los papeles deben ser interpretados por actores étnicos.

Dado que la película no cuenta con el respaldo de los estudios y que la mayoría de los actores de Hollywood temen que se les asocie con Biberman y el proyecto, acaba contratando a residentes locales del condado de Grant, en Nuevo México, y a miembros del Sindicato Internacional de Trabajadores de Minas, Molinos y Fundiciones, Local 890, para que interpreten la mayoría de los papeles. Juan Chacón, el presidente del sindicato, interpreta a Ramón Quintero junto a la actriz mexicana Rosaura Revueltas como su esposa Esperanza. Will Geer es uno de los cinco actores de Hollywood que aceptan un papel en la producción.

El FBI investiga la financiación de la película, intenta robar los negativos de la misma y, al no poder localizarlos, ordena a los laboratorios de revelado que no trabajen en la película, incita a los lugareños descontentos con la presencia del equipo de rodaje a prender fuego a muchos de los decorados y, finalmente, deporta a Revueltas con falsos cargos. Biberman se mantiene firme y completa la película, utilizando escenas con Revueltas que fueron rodadas en su México natal y luego introducidas de contrabando en Estados Unidos.