Edward "la Antorcha" Garrotte (Jean-Claude Van Damme) es un asesino en serie que tiene una afición por matar a las mujeres y prenderles fuego. Todas sus víctimas son también madres. El detective Jake Riley (Michael Rooker) es un detective de la policía de Seattle que ha pasado tres años persiguiendo a Garrotte. Pocos días antes de la jubilación de Jake, Garrotte ataca de nuevo, pero Jake está fuera del caso. Durante su fiesta de jubilación, Jake recibe una llamada de Garrotte, que le amenaza con ir a por sus amigos y familiares. Comprendiendo que hay que detener a Garrotte como sea, Riley se dispone a detenerlo.

Una agencia gubernamental secreta contrata a Jake como asesor en un proyecto especial. Han clonado a Garrotte a partir de las pruebas de ADN encontradas en la escena de un crimen. Necesitan la ayuda de Jake para entrenar a este replicante, que tiene recuerdos genéticos de Garrotte y un vínculo telepático con él. El replicante tiene el cuerpo de un cuarentón pero la mente de un niño. El trabajo de Jake es ayudar al replicante a localizar a Garrotte utilizando los recuerdos almacenados en el ADN de Garrotte.

El Replicante y Jake comienzan a perseguir a Garrotte. Jake cree que el Replicante podría volverse contra él en cualquier momento, ya que el instinto asesino de Garrotte podría tomar el control. El Replicante intenta comprender el mundo, y su conexión con Garrotte. El Replicante no entiende por qué Jake le trata de forma tan brusca, ya que considera a Jake como su familia. Aunque Jake es abusivo, el Replicante busca en él protección y guía mientras se acercan a Garrotte. Garrotte y el Replicante se enfrentan en un bar después de que Garrotte no consiga matar a Jake con una bomba. Garrotte mata a un camarero, pero deja vivo al replicante. Una historia de origen muestra que Garrotte fue maltratado por su madre, que luego mató a su marido infiel e intentó quemar su casa, lo que revela por qué Garrotte odia a las mujeres.

Más tarde se enfrentan en un aparcamiento. Garrotte intenta convencer a su "hermano" de que no se puede confiar en Jake. Frustrado por el hecho de que Garrotte haya escapado, Jake le pregunta por qué el replicante le ha dejado marchar. El replicante responde: "Somos iguales". Jake intenta decirle al replicante que Garrotte es un sociópata, pero éste se niega a escuchar. Descubren el verdadero nombre de Garrotte, Luc Savard, y van al hospital para hablar con la madre de Savard (Margaret Ryan), pero ésta ya había muerto de un ataque al corazón. Garrotte llega y golpea a Jake y también quiere que su "hermano" se una a él matando a Jake, pero éste se niega, obligando a Garrotte a intentar ejecutar a ambos. Jake y el asesino se pelean, lo que lleva a una persecución en ambulancia en el aparcamiento. La furgoneta se estrella contra una cabina de peaje, pero el asesino escapa. Golpea a Jake con una pala y planea quemarlo vivo.

El replicante y el asesino vuelven a luchar en la sala de calderas del hospital. El replicante quiere matar a Garrotte, pero se da cuenta de que no es un asesino como él. Garrotte golpea al Replicante con una pala, lo que hace que Jake le dispare. El replicante comprende de repente que Jake es su verdadera familia. Un aire acondicionado, dañado en la pelea, explota, matando supuestamente al replicante después de poner a Jake a salvo. Molesto por la muerte de su nuevo "compañero", Jake decide retirarse de su nuevo trabajo como consultor.

Semanas después, Jake está con su esposa Anne (Catherine Dent) y su hijastro Danny (Brandon James Olson). Jake ve a un hombre con gabardina poniendo un paquete en su buzón. Sin embargo, Jake se da cuenta de que el replicante está vivo cuando descubre que el paquete contiene una caja de música como regalo por la ayuda de Jake. El Replicante está saliendo con Hooker (Marnie Alton) cuando termina la película.