En el Chicago de 1987, la sarcástica bailarina de striptease Angie Pitarelli entabla su habitual rivalidad con Sally Mewbourne, que lidera una liga de manifestantes religiosos, a las puertas de la librería para adultos Revealers. Angie trabaja entonces en su turno como bailarina exótica en la cabina de peepshow de la tienda.

Un desgarro en el cielo desata el apocalipsis. La gente de la calle empieza a destrozarse. El propietario de Revealers, Ray, se ve envuelto en el caos cuando intenta rechazar a los manifestantes que intentan buscar seguridad dentro de su tienda. Angie es testigo de la horrible muerte de Ray cuando queda atrapada en su puesto.

Sally acaba siendo la única superviviente que logra entrar en Revealers. Ella y Angie siguen alimentando la animosidad por sus diferentes morales y creencias religiosas, aunque se dan cuenta de que tendrán que formar un equipo para escapar de la tienda.

Ray se reanima como un zombi que ataca a Sally. Angie proporciona una distracción para que Sally pueda golpear a Ray hasta la muerte con una palanca. Sally le devuelve el favor de salvarle la vida rescatando a Angie de una criatura tentacular sensible.

Angie se siente atraída por la voz de su sobrino David pidiendo ayuda. La fuente del sonido resulta ser Asmodeus, a quien Sally identifica como el príncipe demonio de la lujuria y el juicio.

Como Revealers solía ser un bar clandestino durante la Prohibición, Angie y Sally escapan a los túneles subterráneos de los contrabandistas. Sally empieza a ver a Angie con otros ojos cuando ésta le cuenta cómo se convirtió en la tutora de su sobrino. Las dos mujeres van formando poco a poco un vínculo a medida que van comprendiendo mejor a la otra.

Cuando Sally insiste en tomar un túnel hacia la Iglesia de San Agustín aunque Angie quiere seguir un camino hacia David, las dos mujeres deciden tomar caminos separados. Sin embargo, vuelven a unirse después de que Angie regrese para rescatar a Sally de un enjambre de serpientes que se deslizan.

Las creencias religiosas de Sally se tambalean cuando se da cuenta de que las serpientes venían a por ella en vez de a por Angie, a pesar de que ésta intentaba llevar una vida piadosa. Angie descubre que Sally la envidia en secreto y que también es una lesbiana en el armario. Angie explica que los demonios no quieren a Angie porque sea gay, sino porque no deja de mentirse a sí misma.

Asmodeus ataca a las dos mujeres. Tras una serie de acontecimientos inusuales, Angie y Sally acaban con el demonio juntas.

Angie y Sally finalmente se encuentran en las puertas subterráneas que supuestamente conectan con la iglesia. Sally se preocupa de que el mundo exterior haya terminado y percibe algo extraño en sus circunstancias. Impertérrita, Angie toma la mano de Sally y atraviesan juntas las puertas. Las luces parpadean, se oyen risas demoníacas y suena la cuarta y última trompeta predicha en el Libro de las Revelaciones. La cámara retrocede para mostrar el mundo de arriba, que ha sido alcanzado por el fin de los tiempos.