Gail no tiene más remedio que adentrarse en el peligroso Guantelete, sobre todo después de que no lograra evitar que Wade disparara y matara a su viejo amigo, el guardabosques Johnny (Benjamin Bratt), que quería evitar que pasaran el umbral antes del comienzo de los rápidos. Ella tranquiliza a su joven hijo Roarke diciéndole que pronto estarán bien y de vuelta en Boston, porque "las vacaciones han terminado".

Aunque es prisionera de los dos ladrones, Gail se las arregla para tomar la delantera en la peligrosa travesía, ya que lo había intentado muchos años antes y conocía la ruta. A pesar de varios acercamientos en los que el grupo parece condenado, superan el Guantelete y lo cruzan sanos y salvos, a lo que tanto Terry como Wade se animan. Mientras tanto, el marido de Gail, Tom, que les había seguido a pie por el sendero montañoso sobre el río -junto con la perra de la familia, Maggie, a la que encontró poco después de escapar de Wade, al principio de la película-, deja un código pintado en lenguaje de signos -que Gail y Roarke dominaban-, dando a su mujer indicaciones para que se prepare para contraatacar. Ella posiciona el barco de una manera determinada en el agua y eso permite a Tom volcarlo manualmente, haciendo que todos caigan por la borda.

Tom y Wade luchan bajo el agua, mientras Terry intenta atacar a Roarke y Gail le golpea con un remo, rompiéndole el brazo. En la confusión, Gail se hace con la pistola de Wade y le apunta; él, cobardemente, intenta convencerla de que no le dispare "porque, si lo hace, se pasaría el resto de su vida intentando averiguar si tiene que hacerlo, y no hay forma de que lo sepa". Ella levanta el arma en el aire y aprieta el gatillo, mostrando que el arma está aparentemente vacía; Wade entonces cambia su actitud y ordena a Terry que mate tanto a Tom como a Roarke. Mientras Wade mira hacia otro lado, Gail busca frenéticamente en el cañón, encuentra una bala y la coloca en su sitio, mientras replica a Wade: "¡¡¡Error!!! HABÍA UNA MANERA!!". Cuando él se abalanza sobre ella, ella dispara y lo hiere mortalmente. Se aleja flotando mientras muere, mientras Tom somete a Terry.

Poco después, las autoridades detienen y arrastran a Terry, mientras escoltan el cadáver de Wade. Un agente interroga a Roarke sobre su experiencia, a lo que el chico responde que confiaba en que su madre los pondría a todos a salvo. Cuando le preguntan qué hizo su padre, Roarke lo mira a él y a Gail compartiendo un apasionado beso -señal de que la experiencia los acercó de nuevo- y responde: "nos salvó la vida". La película termina con la familia y Maggie abrazados junto al río.