Rogue Agent es un relato ficticio del estafador británico Robert Hendy-Freegard, que secuestraba y extorsionaba a la gente diciendo que era un agente del MI5. Está protagonizada por James Norton en el papel de Freegard y por Gemma Arterton en el de Alice Archer, una de sus víctimas que le persigue tras darse cuenta de sus crímenes.

Tras huir con el dinero que Alice había depositado en la cuenta bancaria destinada a su empresa conjunta, Freegard pasa a su siguiente víctima. Seduce a una psicóloga estadounidense llamada Jenny (Sarah Goldberg) y la convence de que pida a sus padres el dinero para pagar su deuda estudiantil, lo que, según él, podría impedirle ser contratada para un puesto de analista en el MI5. La obliga a dejar de tomar su medicación para la depresión y su cuerpo queda destrozado por el síndrome de abstinencia.

Mientras tanto, Alice está decidida a perseguir a Freegard para conseguir un cierre para ella y proteger a futuras víctimas potenciales. Consigue la ayuda de un agente de policía (Julian Barratt) que acaba presentándole a la agente especial Sandy Harland (Edwina Findley), ya que la embajada americana se ha preocupado por la desaparición de Jenny. Alice llega a un acuerdo para trabajar con Sandy, siempre y cuando sea ella la que trate directamente con las víctimas de Freegard.

A través de una llamada telefónica consiguen contactar con Sophie, que ha estado durmiendo a la intemperie a la espera de saber si ha sido aceptada en el MI5, y van a buscarla. Alice se las ingenia para que Sophie sufra un lavado de cerebro por parte de Freegard y consigue su ayuda para localizar su escondite. Sandy, Alice y Sophie llegan justo cuando Freegard ha recibido el dinero de los padres de Jenny y planea fugarse con él.

Freegard se encuentra cara a cara con Alice y le reitera que es la única persona a la que ha amado realmente. Sin embargo, ella no se deja convencer por sus palabras y él intenta huir. Sin embargo, Sophie se cruza en su camino con su coche, impidiéndole marcharse. Alice reúne a Sophie con sus padres, que están encantados de tener a su hija de vuelta.

La película termina con Alice hablando en el juicio de Freegard dos años después. Ahora es la directora de una empresa que alquila coches de lujo a clientes corporativos, el negocio que ella y Freegard habían discutido iniciar juntos. Es enviado a la cárcel, pero un guardia le pregunta sobre los rumores de que es un miembro del MI5 en una misión y le promete un trato especial. Los créditos finales revelan que el verdadero Freegard salió de la cárcel en 2009 y volvió a sus costumbres fradulentas.