Final de Run Boy Run
(2013)Final de Run Boy Run (2013)
Título original: Lauf Junge lauf
Sinopsis
Srulik, un niño de ocho años, huye del gueto de Varsovia en 1942. En un primer momento trata de sobrevivir solo en el bosque, después como un huérfano cristiano llamado Jurek en una granja polaca. A lo largo de su calvario, su identidad judía corre el riesgo de perderse.
Pepe Danquart
Director
Heinrich Hadding
Escritor
Daniel Gottschalk
Fotógrafo
Pepe Danquart
Productor
Reparto principal
Kamil Tkacz
Elisabeth Duda
Jeanette Hain
Itay Tiran
Katarzyna Bargiełowska
Rainer Bock
Como acaba Run Boy Run
1942. El joven Yoram Srulik Fridman tiene ocho años cuando escapa del gueto de Varsovia. Bajo el nombre falso de Jurek Staniak y haciéndose pasar por un huérfano polaco, sobrevive a las duras estaciones polacas y a la captura por parte de los militares alemanes huyendo al campo, de granja en granja, trabajando para conseguir comida. Un día conoce a una señora que lo acoge y le indica que debe disimular que es judío.
Invierno de 1942/1943. Cuando se da cuenta de que ya no está a salvo en esa casa y no quiere que los alemanes le creen problemas a la señora por su culpa, Jurek se aleja de nuevo y es acogido por una familia que lo acoge hasta la primavera siguiente. Al no poder ocultar sus orígenes judíos, se ve obligado a abandonar la granja junto con el perro callejero que había encontrado y adoptado, pero un día los partisanos, al ver al animal herido y confundirlo con un perro rabioso, le disparan y lo matan.
Tras enterrar a su único amigo con gran pena, Jurek reemprende su viaje y encuentra pasaje en un vagón, pero cuando se despierta la noche siguiente le espera una desagradable sorpresa: la pareja que le dio pasaje lo ha entregado a los militares alemanes a cambio de dinero. A pesar de intentar convencer al cínico oficial de que no es judío, Jurek se ve obligado a escapar desesperadamente a través del bosque, consiguiendo huir con métodos muy estratégicos y astutos que ha aprendido a utilizar con el tiempo.
Verano de 1943. Jurek ha encontrado trabajo en la granja de la señora Herman y se ha hecho amigo de un joven peón, Pawel. A pesar de que el amante de la amante es el mismo oficial que lo persiguió tiempo atrás, decide "entregar" el niño a su mujer. Un día, por desgracia, mientras trabaja se daña gravemente la mano derecha. La señora Herman y Pawel lo llevan inmediatamente al hospital, pero el joven médico se niega a operarlo por ser judío. Al día siguiente, otro médico, sin tener en cuenta su origen, acepta operarlo, pero mientras tanto el brazo de Jurek se ha gangrenado y debe ser amputado para salvar su vida.
Tras rehabilitarse, Jurek tiene que volver a escapar: el oficial que le había cubierto hasta entonces ha sido trasladado y el médico que se negó a operarle informa a los alemanes de su presencia en el hospital. Pawel lo hace escapar y lo lleva a la orilla este del río Vístula, diciéndole que siempre vaya hacia el este.
Invierno 1943/1944. Jurek ha vuelto a buscar hospitalidad a cambio de trabajo, pero esta vez es más difícil por el miedo a que la gente crezca (ya que el niño se ha convertido oficialmente en un fugitivo) y por su discapacidad. De vuelta al primer pueblecito, es escondido por la mujer que lo había estado cuidando, pero los alemanes, en un intento de encontrarlo, atacan a la mujer e incendian todo el pueblo, pero no consiguen encontrar al pequeño, que se ve obligado a reanudar su viaje.
Pasan los meses, la guerra se vuelve contra los alemanes y muchos tanques rusos se cruzan en el camino de Jurek. Al ver pasar una fila de ellos, conoce a Alina Kowalski, la hija de los campesinos de una granja cercana. Los dos niños se hacen amigos y Jurek empieza a trabajar como herrero en la granja. Mientras tanto, la guerra termina y justo cuando Jurek se ha acostumbrado a vivir con los Kowalski, un caballero serio y elegante se presenta en la granja. Se llama Mosche Frenkiel y se interesa por Jurek para llevarlo al orfanato judío de Varsovia. Éste se lo toma a mal y niega por todos los medios ser judío, pero es descubierto y Frenkiel se lo lleva consigo. Al detenerse en un campamento, Jurek, llorando, le grita que no quiere ser reconocido como judío, que por su etnia ha perdido a su familia y su brazo. Finalmente, le convencen para que regrese al gueto, donde conoce a la señora Staniak, a cuya tienda acudía a menudo cuando era niño: por consejo de su padre, el pequeño Srulik comenzó a llamarse así durante su huida, mientras Jurek era un niño del gueto, por lo que Srulik recibió su nombre. Finalmente resulta que fue su padre quien le dio todos esos consejos gracias a los cuales Srulik se libró de la muerte durante esos tres años de continua huida y que, para hacer escapar a su hijo, no dudó en servir de señuelo a los alemanes que le dispararon mientras el niño escapaba hacia el otro lado.
Reunido con Frenkiel, cuando éste le pregunta si quiere volver con los Kowalski o ir al orfanato, Srulik se decide por la segunda opción. Muchos años después, Yoram Fridman cuenta lo que sucedió después: tras obtener excelentes resultados en la escuela y estudiar matemáticas, se fue a vivir a Israel en 1962. Aquí, tras encontrar a su hermana Falga, que se creía muerta como todos sus demás parientes, construyó los cimientos de su familia.