En la zona rural de Wilmington, Carolina del Norte, Linda Henry vive una vida solitaria e insatisfecha con su marido, Henry Henry, un médico que pasa la mayor parte de su tiempo libre jugando con maquetas de trenes. En su clínica, Henry mantiene un romance con una enfermera, la Sra. Stein, sin que Linda lo sepa. Mientras cena en un café con su amiga Arlanda, Linda se encuentra con Martin, un autoestopista británico nacido en Carolina del Norte pero criado en Inglaterra; ha llegado a Estados Unidos en busca de su madre biológica.

Esa misma noche, Linda se asusta al ver a Martin en la puerta de su casa. Al día siguiente, mientras ella se baña en su piscina, Martin se enfrenta a ella y le sugiere que es el hijo biológico que dio en adopción cuando era adolescente. Al principio ella no lo cree, pero él le da detalles íntimos sobre la mujer que lo crió, que de hecho era la ama de llaves británica de la familia de Linda. Martin dice que ella le acompañó de vuelta a Inglaterra con él poco después de su nacimiento. Martin comienza a mostrar un comportamiento cada vez más infantil hacia Linda, expresando su tristeza por no tener a su madre biológica en su vida. Linda responde de forma maternal.

Linda y Martin salen a cenar juntos a un bar local, pero el camarero observa a Linda sola en la mesa, hablando sola y llorando. Mientras tanto, Linda cree estar comprometida con Martin, que parece ser un producto de su imaginación. Ella le cuenta a Martin su concepción, ocurrida durante una violación que Linda sufrió mientras asistía a una feria local. Los dos regresan a casa mientras Linda sigue emborrachándose progresivamente, y el comportamiento de Martin vacila entre ser cada vez más infantil y de naturaleza edípica. Mientras tanto, Henry y la enfermera Stein asisten a una convención local de aficionados a las maquetas de trenes. Después, Henry le dice a la enfermera Stein que quiere que se una a él cuando acepte un nuevo trabajo fuera del estado.

En su casa, Linda tiene una visión de un semicamión que se estrella en su habitación mientras Martin destruye la elaborada maqueta de trenes de Henry. Posteriormente, Martin canta y toca una canción al piano que conmueve a Linda hasta las lágrimas. Cuando Martin se va, Linda se despierta en el salón en mitad de la noche y llama histéricamente a Arlanda para pedirle ayuda. Linda le dice a Arlanda que ha dejado entrar en su casa al "chico que conocieron en la cafetería", pero Arlanda parece no saber a qué se refiere. Linda procede a relatar la historia de su violación, embarazo y posterior entrega en adopción de su recién nacido.

Henry regresa y encuentra a Arlanda y Linda en la casa. Cuando Arlanda va a traerle algo de beber a Linda, Henry comienza a abofetear a Linda, pero es detenido cuando una enfurecida Arlanda vuelve a entrar en la habitación. Linda acompaña tranquilamente a Arlanda fuera de la casa, asegurándole que todo está bien. Linda, en su estado de disociación, imagina a un Martin desnudo apuñalando a Henry hasta la muerte en el piso de arriba entre su juego de trenes. A la mañana siguiente, Linda se viste con un elegante vestido y sale de la casa, oyendo la voz de Henry llamándola repetidamente por su nombre. Lo ignora y se aleja. En el interior de la casa, un charco de sangre -posiblemente del Henry asesinado- ha empapado el suelo del piso superior y gotea del techo del salón.