Año 1808. El joven Gabriel Araceli (Quim Gutiérrez) trabaja como cajista en una modesta imprenta de Madrid. Su novia, Inés (Paula Echevarría), es una guapa huérfana que vive en Aranjuez, acogida por su tío, el malvado Don Celestino Santos (Manuel Galiana).

Durante su visita al Real Sitio para ver a la novia, Gabriel coincide con el histórico levantamiento del 19 de marzo contra Godoy, cuyo palacio es asaltado por la turba. Pensando en el bien de la muchacha, Don Celestino consiente que Inés se traslade a Madrid para vivir con sus familiares también Don Mauro Requejo y su hermana Restituta.

Gabriel, para estar cerca de su novia, en respuesta a un aviso se ofrece como camarero en la tienda. Con la ayuda del niño Juan de Dios, que está enamorado de la chica, intenta secuestrar a Inés, pues Don Mauro busca nada menos que casarse con ella él mismo. Y después de muchas vicisitudes, Gabriel consigue aprovecharse de la tumultuosa acogida de Inés que el pueblo de Madrid rinde al nuevo rey Fernando VII, El Deseado.

Planean huir a Cádiz, la ciudad natal del niño, pero los tiempos se tuercen porque, con el pretexto de su camino a Portugal, las tropas de Napoleón entran en España. Ha hecho amigos y aliados, pero los soldados franceses son impopulares entre la población de Madrid, que los considera invasores. Y el 2 de mayo estalla la revuelta popular contra las avanzadas imperiales. Y, por cierto, Gabriel Araceli participa en las encarnizadas batallas que tienen lugar en la Puerta del Sol y en otros lugares de Madrid