Un joven (Geoffrey Rush) deambula en medio de una fuerte tormenta y llega a un restaurante cercano. Los empleados del restaurante intentan determinar si necesita ayuda. A pesar de que su modo maníaco de hablar es difícil de entender, una camarera, Sylvia, se entera de que su nombre es David Helfgott y que se aloja en un hotel local. Sylvia le devuelve al hotel y, a pesar de sus intentos de atraerla con sus conocimientos musicales y la posesión de varias partituras, se marcha.

De niño, David crece en los suburbios de Adelaida (Australia del Sur) y compite en el concurso musical de un Eisteddfod local. Su padre, Peter (Armin Mueller-Stahl), le ha enseñado a tocar y está obsesionado con ganar y no tolera la imperfección, el deshonor y la desobediencia. Mientras toca en el Eisteddfod, David se fija en el Sr. Rosen, un profesor de piano local que, tras la resistencia inicial de Peter, se hace cargo de la instrucción musical de David.

De adolescente, David gana el campeonato estatal de música y es invitado por el concertista de violín Isaac Stern a estudiar en Estados Unidos. Se hacen planes para recaudar dinero para enviar a David a Estados Unidos. Al principio, su familia lo apoya, pero luego Peter prohíbe a David que se vaya, pensando que su ausencia destruiría a la familia. Para empeorar las cosas, Peter empieza a abusar física y mentalmente de David, lo que provoca tensiones en el resto de la familia.

Aplastado, David sigue estudiando y se hace amigo de la novelista local y cofundadora del Partido Comunista de Australia, Katharine Susannah Prichard (Googie Withers). El talento de David crece hasta que le ofrecen una beca en el Royal College of Music de Londres. Esta vez, David consigue separarse de su padre con el estímulo de Katharine. Sin embargo, su padre le da un ultimátum, desterrando a David: "Si te vas ya no serás mi hijo".

En Londres, David estudia con el Dr. Cecil Parkes (John Gielgud) y se presenta a un concurso de Conciertos, eligiendo tocar el enormemente exigente Tercer Concierto de Sergei Rachmaninoff, una pieza que había intentado aprender de pequeño para que su padre se sintiera orgulloso.

A medida que David practica, su comportamiento se vuelve cada vez más desquiciado. David gana el concurso, pero se derrumba y sufre un colapso mental. Ingresado en un hospital psiquiátrico, David recibe terapia de choque eléctrico para tratar su estado. David se recupera hasta el punto de poder volver a Australia. Sin embargo, sus intentos de reconciliación con su padre son rechazados porque éste piensa que David abandonó a su familia. Esto hace que David tenga una recaída y se vea obligado a ser readmitido en una institución mental.

Años después, una voluntaria de la institución reconoce a David y conoce su talento musical. La mujer se lo lleva a casa, pero descubre que es difícil de controlar, involuntariamente destructivo, y que necesita más cuidados de los que ella puede ofrecer. A medida que pasa el tiempo, a David le cuesta adaptarse de nuevo a la vida en una sociedad más amplia y suele salir del hotel para estimular sus intereses.

Al día siguiente, David vuelve al restaurante, donde los clientes se quedan asombrados por su habilidad para tocar el piano. Uno de los propietarios se hace amigo de David y lo cuida. A cambio, David toca en el restaurante. A través del dueño, David conoce a una empleada llamada Gillian (Lynn Redgrave). David y Gillian pronto se enamoran y se casan. Con la ayuda y el apoyo de Gillian, David es capaz de superar la muerte de su padre y de organizar un concierto de regreso a la música profesional que es muy bien recibido.